domingo, 31 de mayo de 2015

Judaismo cultural



 

 

Judaísmo cultural

Ruben Ogorek

Barkai, Israel

03-2015



Capítulo I: La libertad de elegir y el derecho de escoger quienes somos.
Los seres vivos comienzan su vida con una estructura inicial que a pesar de ser un factor preponderante no es la que definira en un cien por ciento lo que sera de ellos. La biología no les determinara el futuro, pero los condicionara en una serie de aspectos y les dictara un campo de opciones posibles para ese vivir.
Pero, ¿cuál de esas historias posibles sera la que este ser vivirá de hecho? Todo depende de las interacciones que mantenga con su medio ambiente. Por ello podemos afirmar que el ser viviente sera como sera, de acuerdo a las relaciónes que su estructura le permita mantener con los distintos factores de su medio ambiente, y con la congruencia que se desarrolle entre ellos. Dentro de ese campo de posibilidades el ser humano ira construyendo de una forma o otra, su historia individual (ontogenia). Esto, tambien acontece con nosotros los seres humanos.
Maturana nos dice que "al ser Homo sapiens sapiens, todos comenzamos con el mismo campo fundamental de posibilidades humanas. Así, cada niño será el ser humano que su historia configura en un proceso de epigénesis, en el que lo que pasa, surge en la transformación de la estructura inicial de manera contingente a la historia del vivir en la que niño y circunstancia cambian juntos de manera congruente. En el manejo de las circunstancias, del espacio de convivencia en que el niño crece, es donde está la responsabilidad y la tarea del educar porque cada uno de nosotros es y será, de una u otra manera, de acuerdo a cómo vivamos. Y ello depende en gran parte de nuestras elecciones".
Por lo tanto llevamos cargando toda la vida las consecuencias de nuestras elecciones y con la responsabilidad de ser concecuentes con ellas. Maturana expone en su libro "El sentido de lo humano" lo que para el es ser libre y responsable:
a)  Somos responsables en el momento en que nos damos cuenta, en nuestra reflexión, de las consecuencias de nuestras acciones y de si queremos o no queremos esas consecuencias, y si actuamos de acuerdo a ese querer o no querer; y
b)    somos libres en el momento en que nos damos cuenta - en nuestras reflexiones sobre nuestros quehaceres - de si queremos o no queremos, nuestro querer o no querer las consecuencias de nuestras acciones, y desde allí actuamos de acuerdo a nuestro querer o no querer nuestro querer.
Al ser responsables y libres, el curso de nuestras acciones pasa espontáneamente a depender de nuestros deseos, y del darnos cuenta de ellos. Yo quiero ser capaz de hacer cualquier cosa siendo responsable de todo lo que hago y ello me exige ser capaz de reflexionar  sobre mis acciones.
Víctor Frankl en su libro “El hombre en busca de sentido se pregunta "¿Qué decir de la libertad? ¿Será cierta la teoría que nos enseña que el hombre no es más que el producto de muchos factores ambientales condicionantes, sean de naturaleza biológica, psicológica o sociológica?". Su contestación es muy convincente: “Los que estuvimos en un campo de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el ultimo trozo de pan que les quedaba. Eran pocos, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa; la última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias – para decidir su propio camino”.
Si bien nuestra libertad esta condicionada por situaciones que nos son ajenas, salvo en situaciones limites, tenemos la posibilidad de decidir nuestras propias decisiones, y nuestra biologia no es más que otro de estos condicionamientos, pero no es determinante de nuestra conducta.
Para Sastre, el ser humano existe, sólo en la medida en que se inventa a sí mismo, es decir, el ser humano es trascendente, “está condenado”, a la actividad, siendo responsable de que las cosas sigan como están o pasen a ser diferentes.
Nietzsche sostenía “que el que tiene un porque para vivir encontrara casi siempre el como”. Lo importante es encontrar que hacer para darle sentido a nuestras vidas y después encontraremos el camino correcto para llevarlo a la práctica. 
Erich Fromm  escribio que “la existencia humana se caracteriza por la libertad. Su significado varía de acuerdo con el grado de autoconciencia del hombre y su concepción de sí mismo como ser separado e independiente, como entidad separada  y distinta de la naturaleza y de los hombres que lo rodean”. Y continua "la necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla".
 Fromm sostiene que la identidad de una persona esta compuesta por una necesidad afectiva (sentimiento), cognitiva (conciencia de sí mismo y del vecino como personas diferentes) y activa (el ser humano tiene que "tomar decisiones" haciendo uso de su libertad y voluntad). Si bien, ciertos elementos nacen con el individuo, la identidad del ser humano se construye a través de su vida como parte del proceso social del cual toma parte.
A pesar de haber nacido seres humanos, sexual y socialmente determinados, escribimos nuestra historia individual a lo largo de toda nuestra vida escogiendo dia a dia nuevas actitudes frente los nuevos dilemas y desafios, a la que esta vida nos enfrenta. Los modelos que nos ensenan como elegir son los otros individuos con los que compartimos nuestros dominios de accion y con los cuales nos identificamos y compartimos distintos periodos de nuestra vida, adoptando algunas de sus cualidades, personales, sociales, genericas, religiosas, etnicas o nacionales. En conclusión, la construcción de nuestra identidad esta siempre relacionada con la existencia de otras personas y con nuestra capacidad de elegir que queremos tomar de ellas y que no, por que actuamos "de acuerdo a nuestro querer o no querer nuestro querer".

Capítulo II: Subjetividad cultural y colectiva
Uno de los presupuestos básicos del constructivismo es que todo cuanto sabemos y creemos, es fruto del lenguaje. Nuestro conocimiento se va creando por y desde el lenguaje. Al usar el lenguaje, vamos creando la realidad junto con nuestros interlocutores. El lenguaje nos permite comprender, conocer y transmitir nuestras percepciones y construir nuestra realidad personal. Así es como, sobre la base de nuestra biología, creamos y modificamos nuestra identidad permanentemente en virtud de las circunstancias, de nuestras interacciones y de las características y expectativas de nuestros interlocutores. Podría decir que el comienzo de la cultura humana se da en el lenguaje y de allí en más se desarrolla la humanidad, el ser humano comienza  a ser cuando interactúa con otros seres humanos, cuando comienza su sociabilización. Podemos decir que nuestra identidad es resultado de nuestra interacción social. Nuestra identificación con otros individuos es la que define nuestra subjetividad, por lo tanto nuestra identidad personal no puede estar aislada de una identidad colectiva. identidades personales y colectivas se alimentan unas a otras y se interrelacionan. Por un lado las personas se definen en parte de acuerdo a sus relaciones sociales y las sociedades se transforman y modifican en reacción a las acciones de los individuos que las componen. Las identidades personales y colectivas se retroalimentan y se interrelacionan. Los individuos se autodeterminan en parte de acuerdo a sus relaciones sociales y las sociedades se forman, transforman y modifican gracias a las acciones de estos individuos.
Al pertenecer a distintos grupos sociales,  por lo general, los humanos, adoptamos más de una identidad colectiva. Estos grupos pueden ser determinados como una etnia, una clase social, un pueblo, un género, una religión, una nacionalidad. Por lo tanto las identidades personales son formadas por identidades colectivas culturalmente definidas, que a su vez, no pueden existir aisladas de las identidades individuales. No existe la una sin la otra. Si mantenemos que nuestra identidad colectiva esta determinada por nuestra cultura, este es el lugar de explicar cuál es su definición.
Cultura es una de las palabras de mas compleja definicion. Literalmente proviene del latin “colere” que significa cultivo o cuidado. La agricultura se refiere al cultivo de las plantas y cuidado de la tierra, la puericultura al criado de los niños y en lo que respecta a lo sagrado se refiere al culto. La cultura era concebida como una acción que conducía a la plena realización de las potencialidades de alguna cosa o de alguien, era hacer brotar, fructificar, florecer o cubrir de beneficios al beneficiado. 
Verhelst (1997), escribió que “La cultura es algo vivo, y esta compuesta por elementos heredados del pasado como por influencias exteriores adoptadas y novedades inventadas localmente. La cultura tiene varias funciones sociales y una de ellas es proporcionarnos una estimación de nosotros mismos, condición indispensable para cualquier proceso de desarrollo, sea este personal o colectivo”.
Con el correr del tiempo, el término cultura se fue transformando hasta que en siglo XVIII con la llegada de la Ilustración (racionalismo, empirismo, liberalismose transforma en sinónimo de civilización y pasa a ser entendida como el conjunto de practicas (artes, ciencias, técnicas, filosofías y oficios) que permiten medir el grado de civilización de una sociedad. Cuanto mas adelantada la sociedad de acuerdo a los cánones europeos de la época, más culta ella es. Las sociedades pasaron a ser valoradas de acuerdo a la presencia o ausencia de elementos típicos de las sociedades burguesas y la falta de estos era considerada como señal de una cultura poco desenvuelta o primitiva. 
A mediados del siglo XIX sobre todo con la influencia de la filosofía alemana la cultura comienza a sufrir un cambio básico de apreciación y comienza a ser entendida como la diferencia  entre la Naturaleza  y la Historia. En esta época, el término  cultura representa el fin de la adhesión del hombre a la naturaleza y el comienzo de un mundo humano propiamente dicho. Se dictan las leyes del nuevo orden universal, siendos regidos el orden físico por las leyes de la casualidad, el orden biológico por las normas de adaptación organismo/medio ambiente y el orden humano por la capacidad de relación del hombre con lo ausente, lo factible, lo abstracto. Con el apoyo del lenguaje y del trabajo, el ser humano deja de adherirse como un animal al medio natural en el que vive, y pasa a enfrentarse a el, a luchar en su  contra y a transformarlo para su propio beneficio.
En su libro ¨La Ideología Alemana¨, Karl Marx explicaba que la cultura debía sus raíces a la "doble relación" hombre/naturaleza, y hombre/hombres. Segun Marx esta doble relación determinaba que todo lo que sea creado por el ser humano y tiene relacion con él es cultura. Todo lo que transformamos en la naturaleza y no esta en estado virginal, es cultura. Todo lo que en el interaccionar Hombre/Hombre, Hombre/Naturaleza abarca el quehacer humano es cultura. Son tantas estas áreas que nuestra identidad cultural en desarrollo es múltiple.  De esta forma, el ser humano deja de ser reducido a un simple organismo predestinado a nacer, procrearse y morir,  y se transforma en un ser dueño de su destino, capacitado a elegir y a trascender y a definirse a si mismo como un agente histórico. El ser humano ya no forma parte de la historia universal, sino que es el protagonista de la misma.

Capítulo III: Una visión distina del concepto cultura (sistemico).. Los contenidos fueron tomados del  sitio internauta del Instituto de Terapia Cognitiva, INTECO.
Humberto Maturana sostiene que el entender es un fenómeno biológico y que, por tanto, sólo puede ser estudiado y conocido como tal. Los seres vivos se auto-organizan; son sistemas estructuralmente determinados y autopoiéticos (se están siempre auto-creando). Los cambios que experimentan los seres vivos al ser sistemas autopoiéticos son determinados por su propia organización y estructura. Los sistemas son estructuralmente determinados ya que todo lo que ocurre en ellos no está determinado por nada externo a ellos.  Cuando vemos como observadores algun factor que influye en el sistema, no es el lo que provoca el cambio, sino el que desencadena dentro del sistema un cambio estructural que estaba previamente determinado en la configuración del mismo.
La organización de los seres vivos es circular, autorreferencial, recursiva y su organización es una organización cerrada, y por lo tanto autónoma. Los cambio que se producen durante su vida, se producen en su estructura y no en su organizacion. La organización se refiere a la relación que se da entre los componentes de una "unidad compuesta" y que determina las propiedades de esa unidad. La estructura, en cambio, apunta a los demas componentes y a la relación que ellos mantienen entre si y con el medio. La organizacion es la que el sistema mantiene todo el tiempo y la estructura es la que mantiene relacionews con el medio y permite que haya congruencia entre el medio tanto interno y externo con el sistema. Si bien todo un sistema está operacionalmente constituido por su organización, su operación efectiva es realizada en -y a través de- su estructura.
Maturana, se niega a la realidad objetiva independiente del observador y reconoce al observador como un participante constitutivo de lo que observa. El no acepta el concepto de que hay una realidad objetiva que es igual para todo, sino que cada observador construye su mundo, un mundo que es igualmente válido y único respecto de otros.
La posicion filosofica que mantiene que existe un solo universo, unico y objetivo y que es posible el acceso a él, coloca al locutor en una posición de privilegio ya que es portador de la verdad y puede tansmitirla a otros interlocutores. Maturana propone la existencia de multiversos, donde no se percibe un solo portador de la verdad sino que cada uno construye el suyo que no es menos valido que el de los demas.
Para Maturana el lenguaje es parte de la historia evolutiva de los seres humanos. Somos los únicos animales que tienen la peculiaridad de vivir en un fluir constante e ininterrumpido, una doble dimensión simultánea de experiencia: la primera es la experiencia inmediata que le ocurre a todos los animales a nivel de emociones, según la cual algo simplemente pasa y la segunda, que nos ocurre como humanos a nivel de la reflexión que nos permite comprender ese algo que simplemente pasa y que tiene lugar en el lenguaje, ya que solo en el lenguaje se admite la existencia de categorías como lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo y lo justo y lo injusto. Ahora bien, el lenguaje consiste en un operar recurrente de lo que Maturana denomina coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales. Que quiere decir coordinacion de acciones concensuales? El lenguaje es la comunicacion entre individuos por medio de palabras o gestos cuyo significado concensuado, que es dado y reconocidos por los interlocutores.
Según ellas cada palabra o gesto no está relacionado con algo exterior a nosotros, sino con nuestro quehacer y con nuestra coordinación para ese quehacer con los otros.
Son precisamente ese quehacer, y las emociones que están en su base, lo que específica y da a nuestras palabras su significado particular. Por esto, a nivel de la experiencia inmediata no se puede diferenciar lo que es una ilusión de una percepción; sólo lo logramos en el lenguaje. Y ya que sólo a través del lenguaje el ser humano puede explicar su experiencia en el vivir y asimilarla a la continuidad de su praxis de vida, el comprender es inseparable de la experiencia humana: todo el reordenamiento racional cognitivo que pueda elaborarse se basa, en premisas tácitas que han sido proporcionadas por la experiencia inmediata.
En palabras de Maturana: "Todo sistema racional tiene una base emocional y esto explica por qué no se puede convencer a nadie con un argumento lógico si no se ha aceptado antes su premisa a priori".
Maturana va más allá y crea el término lenguajear, con el que denomina a la relación dinámica y funcional que se da entre la experiencia inmediata y la coordinación de acciones consensuales con los otros.
Esta concepción revierte el enfoque empirista clásico que ve al lenguaje como simple transmisión de información de un individuo a otro. En su enfoque ontológico el lenguajear corresponde a una expresión de la temporalidad humana: todo lo que ocurre, ocurre en el lenguaje, en el aquí y en el ahora. Todo quehacer humano se da en el lenguaje, y lo que en el vivir de los seres humanos no se da en el lenguaje no es quehacer humano; al mismo tiempo, como todo quehacer humano se da desde una emoción, nada humano ocurre fuera del entrelazamiento de lenguajear con el emocionar, y, por lo tanto, lo humano se vive siempre en un conversar. Finalmente, el emocionar en cuya conservación se constituye lo humano al surgir el lenguaje, se centra en el placer de la convivencia en la aceptación del otro junto a uno, es decir, en el amor, que es la emoción que constituye el espacio de acciones en el que aceptamos al otro en la cercanía de la convivencia (Ontología del conversar, pp. 28-29)
La concepción de cultura para Maturana: Una cultura es una red de cerrada de conversaciones que definen un modo de vivir, un modo de estar orientado en el existir tanto en el ámbito humano como no humano, e involucra un modo de actuar; un modo de emocionar, y un modo de crecer en el actuar. La experiencia humana tiene lugar en la forma de relacionarnos unos con otros y con el mundo que configuramos en nuestro diario vivir mediante el conversar. El cambio cultural ocurre cuando se produce un cambio de conversaciones en esa red; cambio que surge, se sostiene y se mantiene en el emocionar de los miembros de la comunidad. De ello se desprende que lo humano es cultural: surge como un modo de vivir en el conversar, en redes de conversaciones, en un entrelazamiento entre el lenguajear y el emocionar. Los distintos sistemas de convivencia que constituimos en la vida cotidiana se diferencian en la emoción que especifica el espacio básico de acciones en que se dan nuestras relaciones con el otro y con nosotros mismos.
¿Cómo se vive una cultura?, ¿cómo se aprende una cultura? Viviendo en ella. La mamá no le enseña a uno la cultura, pero uno vive la cultura con la mamá y aprende el hacer y el emocionar de la mamá. Las distintas culturas admiten ciertas preguntas y niegan otras, la mayor parte del tiempo no hay que hacer explícito qué preguntas son legítimas y qué preguntas no lo son. Los niños crecen aprendiendo a preguntar ciertas cosas y a no preguntar otras meramente viviendo en la comunidad a que pertenece porque la cultura se adquiere en el vivir en ella. Algunos aspectos particulares como declaraciones morales se adquieren por afirmaciones explícitas cuando hay conflicto en la convivencia, porque tales nociones surgen en una cultura como ampliaciones de la red de conversaciones que la constituyen en el intento de sus miembros de conservarla. Por esto las afirmaciones morales constituyen exigencias de una conducta que implica la conservación o la negación de un cierto emocionar.


Capítulo IV: Seguimos con la Cultura.
Conceptos extraídos del libro “Ontología del lenguaje” de Rafael Etcheverría
Como propuse ateriormente, todo cuanto sabemos y creemos es fruto del lenguaje con que comprendemos y transmitimos nuestras percepciones. Al conversar, vamos creando la realidad junto con nuestros interlocutores. Así es como, sobre la base de nuestra biografía, creamos y modificamos nuestra identidad, que retocamos permanentemente en virtud del contexto, de las circunstancias de nuestra interacción y de las características y expectativas de nuestros interlocutores.
Desde el siglo XVII la filosofía del occidente se baso en el racionalismo cartesiano (de Descartes). Los seres humanos occidentales nos volvimos cartesianos aun cuando no supiéramos quien era Descartes o no conociéramos su filosofía y asumimos como validos sus postulados.
Descartes separaba al mundo en la razón que nos constituye como sujetos y la sustancia física que constituye a los objetos incluido el cuerpo humano. Somos sujetos rodeados por objetos que podemos percibir gracias a nuestros sentidos. La diferencia existente entre el ser humano y los demás seres vivos es que somos seres racionales. Una de las preguntas fundamentales con las que se enfrento la  filosofía ha sido como conocemos a los objetos a estos objetos. Descartes decía que lo hacemos con la ayuda del pensamiento, la razón y la capacidad de deliberación. Toda acción humana es una acción racional. El éxito obtenido por esta concepción volvio a la razón el principio rector del universo. La ciencia que comenzó en esta época a ser determinante parecía demostrar que el comportamiento de la naturaleza puede ser entendido racionalmente, de acuerdo a leyes que esperaban ahí afuera para ser descubiertas. Un gran filosofo como Hegel explicaba que la realidad y la razón una sola eran, en el dicho “todo lo real es racional y todo lo racional es real, y un gran filósofo como Liebniz proclamaría “Nada es sin razón”.
La escuela post modernista observa al mundo de otra manera, sosteniendo que lo racional solo pertenece al dominio de nuestras explicaciones, los fenómenos naturales no tienen razones, pasan sin razones. La razón de un fenómeno no pertenece al fenómeno en si, sino a los seres humanos que forjan una explicación razonable de determinado fenómeno. La discusión en definitiva se podría resumir en una pregunta ¿Newton descubrió la fuerza de gravedad o la inventó? A mí me parece que la razón no es un atributo cósmico sino una capacidad de los seres humanos.
El filosofo alemán Martin Heidegger (al que muchos judíos no le tienen mucha simpatía por haber sido miembro del partido nazi)  fue uno de los críticos mas acérrimos del pensamiento cartesiano. El sostenía que el fenómeno primario de la existencia humana es lo que llamo en alemán Dassein que en español se puede explicar como “ser en el mundo”. De acuerdo a Heidegger no hay ser que no esté en el mundo ni un mundo que no lo sea para un ser. Ambos se constituyen por referencia del otro.
Según Heidegger la base y la condición primaria de la acción humana es lo que llamo transparencia. Cuando caminamos, subimos la escalera, comemos, conducimos un auto, andamos en bicicleta, lo hacemos en transparencia. La actividad no reflexiva, no pensante, no deliberativa es la base de la acción humana. Por lo tanto la acción transparente no sigue los supuestos ofrecidos por la interpretación racional. Al contrario nuestra atención suele estar puesta en otra parte.
¿Por qué en transparencia? Porque si vamos conduciendo a la mañana para el trabajo, la mayoría de las cosas que se nos cruzan en nuestro camino son transparentes para nosotros.  La mente no esta puesta en ellas, pensamos en la conversación que sostuvimos la noche anterior con nuestra pareja, o en el trabajo que nos espera en la oficina al llegar. Nos desplazamos en sintonía con el mundo que nos rodea, fluyendo de una manera congruente sin detenernos a pensar en él. Esto implica que no hemos visto lo ocurrido? Seguramente que no porque si asu hubiera sido no hubiéramos parado en el semáforo cuando estaba en rojo. Nos desplazamos en sintonía con el mundo que nos rodea, sin detenernos a pensar demasiado en él. Fluimos en él, como cuando bailamos, sin prestar mayor atención a los pasos que estamos dando.  ¿Cuándo, entonces, emerge el pensamiento sobre lo que hacemos?
La conciencia de lo que estamos ejecutando emerge, solo, cuando este fluir en la transparencia, se ve interrumpido por alguna razón: cuando se produce lo que llamamos un quiebre. Quiebre es una interrupción en el fluir transparente de la vida.
Cuando alguien crucé deliberadamente frente a nuestro auto será un quiebre, cuando alguien toque la bocina para que avancemos despues que el semáforo se haya puesto en verde será un quiebre. Solo cuando aquello que antes nos era transparente y ahora emerge en nuestro campo de atención y tomamos conciencia de ello, sólo entonces, nuestra acción se regirá por los padrones de la acción racional. Un quiebre es un juicio de que lo acontecido altera el curso esperado de los acontecimientos. El quiebre, por lo tanto, puede ser reconstruido como un juicio que dice: «Lo que ha acontecido no era lo que esperaba». Como tal, todo quiebre está asociado con una transformación de nuestros juicios sobre lo que es posible.
No todos vemos a los mismos acontecimientos como quiebres. Los quiebres implican un juicio de que las cosas podrían haber sido de otra forma. Todo depende de quien observa lo que pasa. Una pinchadura de goma podría ser para alguien un situación fortuita y para otro una tragedia. Todo es de acuerdo a quien atraviesa la situación y de la forma en que la ve.
Hay dos fuentes fundamentales en la declaración de los quiebres. La primera,  la más habitual, se refiere a situaciones en las que el quiebre aparece sin que nos demos cuenta. Se trata de situaciones dentro de las cuales en la comunidad donde vivimos, existe un consenso, muchas veces, ni siquiera explicito, sobre lo que cabe esperar. Por lo tanto el juicio antecede al acontecimiento. Lo que sucede es que el observador es portador de un juicio de quiebre que pertenece al discurso cultural histórico de la comunidad en que vive y por lo tanto lo hace de manera automática, sin siquiera escoger hacerlo. La otra forma de quiebre es cuando el individuo lo declara sin tomar en cuenta el discurso cultural histórico de su comunidad por lo tanto lo que puede ser un quiebre para uno puede no ser para otro, pero siempre el discurso cultural esta presente para seguirlo o para no seguirlo.
Entonces de acuerdo a Heidegger tanto gran parte de las transparencias como gran parte de  los quiebres surgen  como parte de un discurso histórico –cultural que afectan a los miembros de una comunidad.  Entonces también aquellas cosas que hacemos pensando y aquellas que hacemos sin pensar están influidas por nuestros marcos culturales de referencia. De esta forma se crea una fluidez en la normalidad, con pautas, normas y conductas que están impregnadas en el individuo que es parte y participe de la comunidad cultural y su subjetividad colectiva.
Las "identidades culturales" o "subjetividades colectivas", son formas colectivas de identidad que se refieren a rasgos culturales (redes de conversaciones) compartidos por ciertos grupos de individuos. Estos, a su vez, se diferencian de características culturales que son adoptadas por otros grupos de individuos. En nuestra época las identidades culturales que nos influencian mayormente en la formación de nuestra identidad personal son también identidades colectivas, por ejemplo, la de identidad social y la identidad  étnica-nacional.
El ser brasilero nos hace pertenecer a un colectivo, nos hace ser parte de un grupo que puede ser identificado por rasgos culturales  específicos: les gusta la samba, comen feijoada, juegan bien al fútbol, son alegres, tienen ritmo. En realidad esta brasibilidad significa muy poco sin una referencia a personas individuales concretas que continuamente las recrean por medio de las conversaciones que mantienen, que práctican, renuevan y preservan.
La existencia de un grupo con una subjetividad cultural determinada, implica la existencia de otros grupos, que poseen modos de vida, valores, costumbres e redes deconversaciones diferentes al de los del primero. La definición del sí mismo siempre envuelve una distinción con la manera de vida de los otros. En la construcción de cualquier versión de identidad, la comparación con el otro y la utilización de mecanismos de diferenciación con el otro juegan un papel fundamental.
Así surge la idea de que nosotros somos distintos a ellos. Muchas veces para definir lo propio se acentúan las diferencias con los demás y el proceso de diferenciación se transforma en un proceso de oposición al otro. Si bien la diferenciación es un proceso indispensable para la construcción de nuestra subjetividad, la oposición hostil al otro no lo es, y constituye un peligro de todo proceso identitario. Si esta diferenciación se utiliza para reforzar los vínculos internos y no para promover el odio externo se crea una identidad cultural que conduce a una cultura específica y diferente, que aporta al multiculturismo global.
Las identidades culturales funcionan produciendo significados y narrativos con los cuales las personas pueden identificarse. Mientras más importante sea el rol de la identidad colectiva para la construcción de las identidades personales, mayor será la atracción de los significados y narrativas que se crean para inducir a los individuos a identificarse con ellos.
El pueblo es un caso muy especial de idnetificacion porque demanda y logra un de compromiso muy alto grado por parte de sus miembros y no tiene casi paralelos con otras identidades culturales. Ser parte de un pueblo determinado es una de las formas de subjetivación colectiva mas significativa en la vida de las personas y es una de las elecciones que hacemos que nos dirigen a decidir quienes somos y hacia donde vamos.
Capítulo V: pueblos y y la creación de una subjetividad colectiva
En la Reunión Internacional de Expertos para la Dilucidación de los Conceptos de los Derechos de los Pueblos del ano 1989 la UNESCO llega a una definicion de pueblo conocida como "la definición Kirby", que debe su nombre a su principal autor, Justice Michael Kirby. Esta define a pueblo como: un grupo de seres humanos individuales que tienen en común todos o algunos de los siguientes elementos: tradición histórica común;  identidad racial o étnica;  homogeneidad cultural; unidad lingüística; afinidad religiosa o ideológica; conexión territorial y vida económica común.
Basándose en estos principios la UNESCO determino que antes que nada "el grupo como un todo debe tener la voluntad de que le identifiquen como un pueblo o la conciencia de ser un pueblo", agegando por primera vez un elemento subjetivo que va a ser clave en el futuro. El pueblo ademas de estar formado por un número determinado de personas, que no precisa ser muy grande pero que debe ser más que "una simple asociación de individuos dentro de un estado" debe dar lugar a la creacion de "instituciones u otros medios que le permitande expresar sus características comunes y su voluntad de identificarse".
Si bien la definición Kirby es muy amplia, todavía no nos permite entender como es que un grupo determinado de personas llega a autodeterminarse como pueblo y como esta auto-determinación llega a ser aceptada por la comunidad internacional. Agregamos para ello, a la definición echa en la Carta de las Naciones Unidas o los Pactos Internacionales de Derechos Humanos: “El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de autodeterminación, es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad”.
De acuerdo a estas definiciones cada grupo de personas tiene derecho a declarase pueblo si posee una serie de elementos, como, tradición común, identidad racial o étnica, unidad lingüística, religión o ideología afín, vida económica común y conexión territorial, pero a su vez debe poseer lo que a mi forma de ver es lo mas importante, “si tiene la voluntad de ser identificado como pueblo o si tienen la conciencia de serlo”.
Los componentes que permiten la autodeterminación de un pueblo tienen un fuerte carácter cultural, como “homogeneidad cultural; vida económica común, unidad lingüística; tradición histórica común; afinidad religiosa o ideológica, y conexión territorial y identidad racial o étnica”.
Estos componentes se convierten con el paso del tiempo en patrimonios del mismo pueblo tal como la Reunión Internacional de Expertos de la UNESCO que tubo lugar en marzo de 2001 en Turín (Italia) lo trato de definir:
“Patrimonios culturales son un conjunto de elementos que constituyen la memoria grupal de una comunidad: paisajes, sonidos, obras o construcciones que hablan del camino recorrido por un pueblo, de sus búsquedas, motivaciones y esperanzas, de sus fracasos y pérdidas, de las causas de su aparición o de su desaparición. Así como reflejan la historia de un grupo humano, también exponen la forma y los elementos mediante los cuales los individuos se relacionan con su entorno, sea éste el medio ambiente físico o el mundo mágico-religioso. La comprensión de las leyes que rigen ambos universos el material y el espiritual es imprescindible para la supervivencia de la comunidad y constituye una fuente inspiradora de innumerables expresiones y bienes culturales”.
Además de dar a un pueblo una sensación de continuidad con respecto a las generaciones anteriores, estos elementos su bien son importantes para la identidad popular, lo son tambien para salvaguardar a la diversidad multicultural y la creatividad de las humanidades.


Capítulo VI: Mundo multicultural, tolerancia y respeto
¿Será contraproducente para la humanidad que cada pueblo cree su propia subjetividad cultural colectiva, se identifique con ella y se segregue de esta forma de los demás pueblos existentes?
El hombre, en su interacción social, vive con otros, los conoce y se reconoce frente a ellos, descubre coincidencias y conveniencias; participa de una acción común, colabora y aporta. Asume el papel que le asignan y que se otorga, persigue objetivos compartidos y al hacerlo cumple sus propios fines. A su vez conoce su entorno, organiza su vida diaria y se vale de todo lo que lo rodea: lo que está próximo, lo que es parte de sus vivencias, de su cotidianidad; todo ello es parte de sí mismo, de sus afectos, de sus valores, de sus tradiciones y cultura. Con todo lo anteriormente mencionado, se puede decir que la identidad es un derecho y vivencia del hombre, del individuo, de la colectividad, reconocimiento de la dignidad de la persona, expresión de su singularidad por encima de su condición social (Camacho Quiroz, 2006).
En este sentido una cultura es un ideal que orienta la formación de las personas, les ayuda a crear su subjetividad, las motiva para formar parte de un grupo o comunidad y la incentiva a adoptar una identidad grupal diferenciada de otras identidades grupales.
La cultura es la causante a veces de los conflictos étnicos. Por ejemplo, los planteados entre hutus y tutsis (en Ruanda), entre bosnios y serbios (en los Balcanes), entre tamiles y cingaleses (en Sri Lanka). Todos estos conflictos se describen como desenlazados por diferencias culturales seculares. La cultura se convierte en un modo de explicar (casi de justificar) la violencia étnica y los conflictos actuales.
¿Será que el hecho de tener distintas culturas es el motivo de los conflictos? ¿Es posible eludir y llegar a una situación de convivencia utilizando a este mundo multicultural como un marco de unión y no de separación? ¿No es posible enriquecernos con las diferentes culturas existentes antes que matarnos por ellas? ¿Es imposible salvar estas diferencias? Otra vez podemos argumentar a favor y en contra de las distintas posiciones con respecto a este tema pero también podemos adoptar una posición humanista como la que fue redactada y aceptada en la UNESCO el 16 de noviembre de 1995 basada en la tolerancia hacia el distinto, hacia el diferente.  De acuerdo a esta postura,  la tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía y en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica.
Yo personalmente prefiero el termino respeto al de tolerancia
Pero tolerancia no es concesión, condescendencia o indulgencia. En ningún caso puede utilizarse para justificar el quebrantamiento de los valores fundamentales. Practicar la tolerancia no significa tolerar la injusticia social ni renunciar a las convicciones personales o atemperarlas.
La tolerancia es la responsabilidad que sustenta los derechos humanos, el pluralismo (comprendido el pluralismo cultural), la democracia y el Estado de derecho. Supone el rechazo del dogmatismo y del absolutismo y afirma las normas establecidas por los instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos.
La tolerancia significa aceptar el hecho de que los seres humanos, naturalmente caracterizados por la diversidad de su aspecto, su situación, su forma de expresarse, su comportamiento y sus valores, tienen derecho a vivir en paz y a ser como son y que uno no ha de imponer sus opiniones a los demás.











Capítulo VII: Identidad judía en los tiempos modernos
Durante el tiempo que los judíos vivieron en comunidades diasporicas, cerradas dirigidas por sus leyes tradicionales y religiosas y en el que su situación como grupo minoritario estaba regulada estrictamente por la sociedad externa, la identidad colectiva judía no se encontró en peligro alguno. Si bien existían algunos individuos que renunciaban a su pertenencia grupal estos no amenazaban al grupo como marco unido y homogenico.
Dos eran los factores mas determinantes que ayudaban a mantener esta homogeneidad dentro del la colectividad judía, el primero era la dificultad de adaptación a las normas del mundo cristiano, y el segundo era el peso de la religión como propagador de una imagen de vergüenza y desprestigio aquellos que osaban abandonar a la comunidad.
En el siglo XVIII con la emancipación, todo comenzó  a cambiar. En la Francia de la revolución francesa los judíos por primera vez pudieron ser protagonistas del desarrollo del país donde vivían y lograron ser integrados en marcos no judíos. Al ser respetadas los derechos humanos personales recibieron nuevas oportunidades de desarrollo a nivel individual pero al no ser aceptadas las nacionalidades minoritarias no recibieron a nivel grupal ningún tipo de concesiones  especiales.
En esta época que se produjeron cambios muy grandes en la historia del pueblo judío, producto de las nuevas corrientes de pensamiento. A raíz de ellos surgió un antisemitismo estatal que hasta ese momento había sido desconocido para las comunidades judías.
La reacción a la nueva posición estatal  llevo a la consolidación de vínculos solidarios entre los judíos y ayudo a perpetuar en ellos un fuerte sentimiento de comunidad que los impulsa a redefinir la posición del judío a nivel de pueblo y a nivel de nación dentro de otra nación y hace surgir un nuevo enfoque a la cuestión judía, la del nacionalismo judío.  
La ortodoxia tratando de defender su hegemonía se encerró en la tradición y rechazó durante largo tiempo todo compromiso con el mundo moderno, adoptando una posición fundamentalista. Todo los llamaba a volver a las fuentes, a encerrarse mas en su condición de pueblo elegido, a segregarse cada vez mas y al mismo tiempo a perpetuar la situación de perseguido.
Frente a esta posición tradicionalista comenzaron a constituirse nuevas estrategias de reforzamiento de la identidad. Estas comenzaron sobre todo en las comunidades menores de la Europa occidental y central en las cuales los judíos mantenían relaciones económicas y sociales con las elites cristianas, es decir, en aquellas comunidades que habían alcanzado ya un cierto grado de integración.
Se proponían como objetivo unir las aspiraciones judías y las exigencias de la modernidad y estaban dispuestas a dar una nueva definición del lugar de los judíos en la sociedad. Todo esto traía aparejada la creación de una nueva concepción del judaísmo como identidad, basada en la aculturación, la «nacionalización» política y en la reforma religiosa (que estuvo acompañada de una tendencia al laicismo).
Con todo esto resultaba ilusoria la esperanza de una integración completa y comenzaba la disputa entre las posibles «soluciones» (vuelta a Sión, lucha de clases basada en la etnicidad, lucha revolucionaria).
Desde la Haskala, la gran esperanza de que la situación de los judíos en las sociedades europeas se «normalizaría» se basaba en el proyecto de la asimilación. La Haskala impuso su sello a la mayor comunidad judía del mundo los judíos rusos y los empujó a la asimilación.
Aparte de sus diferencias o de su diversidad de opiniones, todos los movimientos nacionales judíos que surgieron a finales del siglo xix tenían una cosa en común: la ruptura, tanto con el tradicionalismo religioso, que hasta entonces había sido preponderante entre los grupos de población judía de Europa oriental, como con los esfuerzos de asimilación basados en el «nacionalismo prestado».
Así nace el Sionismo como movimiento de un pueblo sin territorio que busca la autodeterminación no basada en fundamentos religiosos sino políticos-culturales, y que busca su continuidad en la realización de una subjetividad nacional que permita el desarrollo cultural basado en una masa critica indispensable para el enriquecimiento de la misma.


Capítulo VIII: Que tipo de judaísmo quiero para mí?
Cuando hablamos de judaísmo se abre ante nosotros una gran gama de opciones. Desde las posiciones del judaísmo religioso con todas sus corrientes hasta las explicaciones del judaísmo laico en todas sus versiones. Es tan difícil determinar lo que es el judaísmo, como es difícil definir a todos aquellos que forman parte de el.
Yo me defino como judío por haber elegido ser parte de este grupo de personas que comparten características culturalmente definidas que están diferenciadas de las características culturales de otros grupos. Tenemos una red de conversaciones que sola aquel que es parte de ella puede comprender y participar. Cada uno de nosotros construye su judaísmo desde sus experiencias, vivencias, sabidurías, pensamientos y emociones. Cada uno de nosotros cuenta su historia y teje con otros individuos una narrativa que les pertenece, que es suya que es de todos y de nadie. Cuando mantenemos una conversación con otra persona esta conversacion existen un dominio independiente de ellas. Si un de ellos deja de participar esta conversación dejara de existir. Una red de conversaciones se mantiene si los que la comparte asi lo quieren. Ellos son las que la crean y serán los que la hagan terminar. Tambien serán los que determinen como esta será y que elementos participarán en ella.
Hay tantas formas de judaísmos como tantos judíos que mantienen conversaciones con otros judíos y en esa conversaciones cada uno de ellos introducira los elementos culturales que les sean apropiados, que les interesa, que les sean relevanten en el fluir de su vida en la convivencia con los otros
Arie Alón dice que judío “Es todo aquel que se observa en el espejo  de la historia y se ve como judío” y agrega, “De facto que sea judío indica solamente a algunos componentes bio-geográficos-nacionales de mi persona; me refiero a que tengo un idioma, una patria, una historia y una tradición. Mi lengua madre es el idioma del pueblo judío, mi patria es la patria del pueblo judío, mi historia y mi tradición también los son. Estos cuatro componentes culturales son absolutamente neutrales y absolutamente flexibles. Ellos no contienen en si mismos ninguna tendencia ideológica específica. Ellos están abiertos a todas las explicaciones posibles. Setenta caras al idioma, setenta caras a la patria. Setenta caras a las fuentes”. 
Como observamos anteriormente y de acuerdo a la definición expuesta por Kirby y la UNESCO los componentes que permiten la autodeterminación de un pueblo son muchos y diversos algunos de carácter cultural, como “homogeneidad cultural; vida económica común, unidad lingüística; tradición histórica común; afinidad religiosa o ideológica”, y otros de carácter natural como “conexión territorial y identidad racial o étnica”.
Son muchos los factores que conforman nuestra identidad cultural judía. Por ser un pueblo esparcido por el mundo, nuestra situación es un poco especial, pero así y todo podemos decir que la ausencia de alguno de los componentes no puede negar nuestra identidad. Un judío de ascendencia argentina, que no habla hebreo, es igualmente judío a otro que lo habla. Un judío norteamericano que no quiere vivir en Israel, es tambien judío si así lo desea. Un judío israelí, que no observa las normas del judaísmo religioso sigue siendo tan judío como aquel que mas las observa. Tampoco importa la razón por la cual no cumple con las mitsvot, si porque no cree en Dios, o porque de acuerdo a su forma de ver parte de ellas limitan su libertad, o están en contra de otros de sus valores mas básicos.
Un judío no tiene que explicar a nadie porque el no vive en Israel, porque no habla hebreo, o porque no cumple Mitsvot. Y menos aun no tiene que disculparse por no hacerlo. Un judío argentino, o israelí, o inglés no tiene que explicar que tipo de judío es o porque lo es.  Judaísmo es pueblo, nación, cultura, tradición y también religión para el que así lo quiere o para el que así lo elige.
Podría decir que mi judaísmo se expresa en principio  mis orígenes, porque nací de padres judíos, pero también en mi convicción de haber adoptado esta decisión y por haberme comprometido con el pueblo judío y su destino, que forman parte muy importante de mi ser y de mi hacer. Para mi, mi judaísmo es una parte muy importante de mi subjetividad y la explicación de este componente identificatorio es el que me permite aclarar mi visión de mundo también en otros aspectos de mi vida.
Yo soy un judío culturalmente definido y adopto una postura humanista y secular para definir mi visión de mundo. Estos tres terminos se interrelacionan y crean un sinergismo que me permite conceptuar a mi judaísmo y trascender en el de un forma holística. ¿Cómo puedo explicar a la relación existente entre ellos?
El humanismo es una corriente filosófica que se centra en los asuntos humanos y emplea los métodos científicos y racionales para lidiar con ellos. El humanismo siendo racional y científico reconoce al hombre como artífice de su vida, defiende el derecho a la privacidad, a la auto-determinación, a la libertad moral, el derecho del individuo a tomar sus propias decisiones en cuanto al amor, al genero y al sexo, familia y amigos, carrera y profesión, gustos y deseos, decisiones sobre la vida y la muerte –todo ello consonantemente, por supuesto, tomando en cuenta los derechos de los demás. Soy racional, pero se que mi ser racional es solo una forma de explicar mis emociones.
¿Porque secular? "Secular" significa "pertenecer a esta época, mundanamente". Por lo tanto utilizo al término secular para distinguirme del humanismo religioso. En términos generales la  secularidad implica una afirmación de realidades inmanentes - de este mundo - junto con una negación o exclusión de lo trascendente - o realidades del más allá.
El humanismo ofrece una respuesta a la pregunta central acerca del sentido de la vida. Si el drama ortodoxo de la salvación divina y de la inmortalidad del alma no existe, ¿cuál es nuestra alternativa a la vida en el mundo venidero? ¿Si para nosotros Dios no existe, y no fuimos creados por el, con un fin predeterminado, que sentido tiene la vida?
 “Hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y este ser es el hombre, o la realidad humana. ¿Qué significa entonces que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre al nacer empieza por ser materia. Sólo después será, y será, tal y como el se haga. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. Si aceptamos entonces que la existencia precede a la esencia, aceptamos también que el hombre es responsable de lo que es, y en lo que el se convierte. El hombre es el único organismo que no sólo es tal como se concibe, sino también tal como el quiere ser.  El hombre no es otra cosa que lo que él es” (Sartre – el existencialismo es un humanismo)  Y si el hombre es responsable de lo que es, y es el único que define lo que de el será  también el mismo es el único que le dará a la vida el sentido de acuerdo a lo que el quiera. Seremos lo que querramos ser.
Por su pluralismo y por tener una postura extrema a favor de la libertad de elección, el humanismo secular, no es ni puede ser un dogma. Por lo tanto, existen grandes diferencias de opinión entre los humanistas seculares con respecto a muchos asuntos. No obstante hay un consenso aproximado en lo que respecta a algunos principios básicos de esta visión de mundo. Ellos fueron expuesto de una forma muy concisa por Paul Kurtz (el fundador y director del Consejo para el Humanismo Secular (SHC) y el Comité de Investigaciones Científicas sobre lo Paranormal (CSICOP) entre otras cosas) y yo adopte algunos d ellos como propios. Entre los más importantes se destacan: La libertad de cultivar y publicar los frutos de la investigación científica, filosófica, artística, literaria, moral y religiosa. La separación de la religión institucionalizada y el Estado, El ideal de libertad defendiendo la toma de decisiones democráticas basadas en el mandato popular, El respeto por los derechos humanos básicos, incluyendo el derecho de proteger la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad, La ética basada en la inteligencia crítica, manteniendo que la conducta humana debe ser juzgada desde la razón y la emocion, La educación moral que deberá ser cultivada en los niños y los jóvenes adultos,  Vemos a la educación como nuestra herramienta esencial en la construcción de sociedades humanas libres y democráticas.
Como todas las demás corrientes seculares también el  judaísmo humanista y secular, toma como valor básico, a la libertad humana, en todos sus aspectos, poniendo por sobre todos el de la libertad de elección.
De esta forma al ser libres tomamos la responsabilidad de escoger nuestro propio camino, y al así hacerlo nos comprometemos a tener un pensamiento independiente y una crítica continua.
La libertad juntos con los demás principios del humanismo secular como el pluralismo, el respeto, la educación democrática, la igualdad, son los principios básicos de nuestro judaísmo humanista, cultural y secular y son en definitiva los que nos diferencian en una forma tan radical del judaísmo religioso ortodoxo.
Con respecto a los tesoros culturales tradicionales del judaísmo, yo veo a la lengua hebrea y a la tradición judía como el legado espiritual del cual nos abastecemos. Pero no recibo este legado tal cual es, sino que trato de amoldarlo, de explicarlo y de influir en el. Los valores y los tesoros culturales del judaísmo contienen dentro de él, también a la religión judía, en todas sus formas, con todas sus corrientes, porque ellas son partes de nuestra enorme riqueza cultural; pero tambien contiene a las partes de la cultura judía que no son aceptados por la corriente rabínica ortodoxa. Esta forma de encarar al judaísmo se refiere a “la biblioteca judía” como la literatura, la cultura y la historia del judaísmo. Tomo a La Biblia como Yubal Donio Guidon, un libro de la ética colectiva, "fuente de inspiración del ethos de la creación del pueblo judío” (07/07/2005).
Todo ello basándome en una visión pragmática y crítica de la vida, por lo tanto no acepto a esta herencia de una forma homogenica e intocable, o de acuerdo a lo establecido en los libros sagrados, sino que trato de amoldarla y adaptarla a un mundo multicultural, viviendola eticamente en el natural fluir de mi vida, sin preguntarme si mi día a día es o no judaísmo y si mi cambiante e imprevisible realidadme me obliga a crear herramientas nuevas que se adapten a este presente pero que estan basadas en nuestra experiencia del pasado. Porque siempre, en todos los ambitos de nuestra vida vivimos en el presente y el pasado es solo una interpretacion hecha por nosotros de lo que fue con las herramientas que tenemos hoy.



Capítulo IX– Porque mi judaísmo podra desarrollarse solo en Israel?
Mientras una civilización ejerza sobre sus semejantes una presión política, intelectual y moral basada en aquello que la naturaleza y la historia le han concedido, no podrá haber esperanza de paz para la humanidad: la negación de la especificidad de un pueblo equivale a la negación de su dignidad (Alpha Oumar Konar Presidente de la Republica de Mali, En: Nuestra diversidad creativa. Informe de la comisión Mundial de cultura y desarrollo. Paris, sep. 1996, p. 16)
Nuestra especificidad como pueblo que se autodetermina como tal, como vimos anteriormente puede ser definida por distintos elementos. cada uno de ellos es importante pero ninguno es imdispensable. ¿Por que entonces, yo creo que la continuación del pueblo judío pasa por una definición territorial?  
El nacimiento del sionismo implicó una paradoja: precisamente en el momento en que se concretó la emancipación y en que los derechos de los judíos se equipararon por ley a los derechos de los demás ciudadanos, surgió el reclamo de separarse de Europa. La demanda de una particularidad nacional nació en tiempos de la victoria del universalismo.
El reclamo sionista se basaba en la igualdad del argumento de franceses, ingleses y alemanes: su demanda de soberanía nacional por fuerza del imperativo humano general era también válida para los judíos. El significado de este reclamo de soberanía consistía en el traspaso de la responsabilidad de auto-conducción de un soberano externo a un grupo de personas que se definía libremente como pueblo.
Yshayahu Leibovitz definía con precisión: En la modernidad, el pueblo judío se cansó del dominio de otras naciones sobre él y decidió "retornar a la historia". El judío moderno es hoy responsable de su destino y plasma la política, la economía, la educación y el ejército de acuerdo con su capacidad, su voluntad y sus valores. Llegó a su fin la humillación del comerciante ante el déspota; del intelectual en la corte del príncipe; del oficial en el ejército del zar y del judío creyente ante el sultán o el emperador. De ahora en más, el judío es dueño de su vida e instaura su sistema educativo, trabaja su tierra, designa a sus oficiales e inclusive dirige sus propias fuerzas de defensa.
En definitiva necesitamos una dimensión política y pública, inexistente hasta la creación del Estado de Israel en donde el judío es el que decide sobre cada una de sus problemas desde una perspectiva judía y libre pensante.  Esta dimensión es la que nos da el estado de Israel. El estado de israel es nuestro dominio de accion. En el es donde dirigimos nuestra red de conversaciones mas plena.
Solo en el tenemos la posibilidad de crecer culturalmente y que cada una de nuestras esencias crezcan también. Aquí tenemos nuestro parlamento y en el se dialoga sobre las preguntas más básicas de nuestro quehacer de pueblo: ¿quien es judío? ¿Que quiere decir cerlo? ¿Se puede o no viajar en Shabat? ¿El estado de Israel pertenece a todos los judíos del mundo o solo a los que viven en el? ¿Puede el Estado de Israel ser judío y democrático a la vez? ¿Israel debe ser un estado judío o un estado de judíos?
Gracias a la creación del Estado de Israel tenemos la posibilidad por primera vez en la historia de las sociedades modernas de tener una trascendencia política como judíos, tenemos la posibilidad de hablar sobre todos estos temas y no estar de acuerdo. Todo ello  dentro de un antro de apertura y bajo una posición critica y multipluralista judía. 
Estos y otros temas son tratables y discutibles solo en la medida que existe una masa crítica judía, que nos permita crecer y desenvolvernos y ella solo se encuentra en Israel. Ella nos permite intercambiar ideas, ser críticos y autocríticos, discutir entre nosotros, cambiar lo innecesario o mantener lo mantenible en la medida que así lo deseemos. Nuestra subjetividad cultural se renueva y enriquece donde la cultura tiene un valor no solo cualitativo sino tambien cuantitativo.
De acuerdo al antropólogo francés Marc Augé “La identidad es producto de incesantes negociaciones. Eso, lo sabemos por experiencia directa: cambiamos, evolucionamos, nos transformamos mediante el contacto con los demás. La identidad fosilizada, estereotipada, no es más que la soledad y, por el contrario, cuanto menos solo estoy, más existo”. "La identidad se construye en el nivel individual a través de las experiencias y las relaciones con el otro. Eso es también muy cierto en el nivel colectivo. Un grupo que se repliega sobre sí mismo y se cierra es un grupo moribundo". A esta afirmación habría que agregar que un grupo que se dispersa de una forma exagerada deja de ser grupo. Por eso lo lógico y coherente es que estemos juntos dentro de un marco que nos permita trabajar y crecer a todo nivel, sea publico, político y social, pero no nos encerremos de forma tal,  que este cierre determine nuestra muerte.
Precisamos ser muchos, precisamos de muchas opiniones para entender nuestras problemáticas, para ampliar nuestras ciencias, literaturas y artes plásticas. Precisamos de una identidad definida pero no monolítica, no homogenica, que se renueve constantemente, que se desenvuelva en un mundo multicultural y no global, que permita el intercambio con lo ajeno, con lo distinto pero que sea suficientemente fuerte para conservarse, en definitiva también necesitamos de números, porque ellos nos permiten crecer y desenvolvernos.  
Como si lo hubiera escrito por encargo Auge también expreso que “Las culturas vivas son las que aceptan el cambio y el contacto. Al igual que el lenguaje que cambia cuando se lo practica y muere cuando no, las culturas, cambian todo el tiempo o mueren. Las culturas vivas son conjuntos en movimiento sometidos a las tensiones y presiones de la historia” (Cultura y alienación – discurso de Marc Augé en la Universidad de Perugia).
Por ello tenemos que decir que llego la hora de tomar responsabilidad. También para conservar nuestra cultura y también para hacer cosas no tan reconfortantes como el hecho de entrar en guerra para defender nuestros derechos nacionales. Por ejemplo para Leibowitz, la Guerra de Liberación fue una necesidad inevitable desde el momento en que la ideología sionista quiso transformarse en oficialismo judío concreto, es decir, instaurar una independencia soberana:
"Al proclamar nuestra voluntad de vivir la vida de un pueblo histórico y real -y no metahistórico y metafísico- hemos ya asumido las funciones y manifestaciones de esta clase de vida, que habíamos rechazado cuando estábamos exentos de las funciones y los deberes de un pueblo. La guerra de nuestra liberación fue una consecuencia forzosa, derivada de la lógica histórica y la valoración moral, de nuestros dos mil años de exilio. Sólo quienes estén dispuestos a justificar desde un punto de vista histórico y religioso el oprobio de la diáspora, podrán negarse a asumir la responsabilidad moral de empuñar la espada que nos reintegró la libertad.
Resumiendo, judaísmo, para mí, es la cultura del pueblo judío, en el sentido más amplio de la palabra, que para crecer y desarrollarse necesita de un masa critica que hoy por hoy solo la encontramos en Israel.
 Quiero utilizar las palabras del celebre Mahatma Gandhi que decía en cuanto a la cultura de su pueblo: “No quiero que mi casa quede totalmente rodeada de murallas, ni que mis ventanas sean tapiadas. Quiero que la cultura de todos los países soplen sobre mi casa tan libremente como sea posible. Pero no acepto ser derribado por ninguna ráfaga”.
Creo entonces después de todo lo aquí expuesto que esta en nuestras manos producir un judaísmo humano, basado en los métodos de la razón y los principios de la tolerancia, pero también comprometido con nuestra historia y nuestra tradición. Por ello dentro del judaísmo cultural adopto para mí el judaísmo cultural, humanista y secular, porque veo que este judaísmo es el que me permitirá estar conectado con mi pueblo y su cultura pero no por ello me alejara y me separara del resto de la humanidad.

Capítulo X: Educar - Pensando de una forma sistemica, biologicamente cultural y formando nuestra subjetividad personal
No hay educacion, que no permita, que no acepte, que no sea relevante. Puede ser que podamos enseñar de esa forma, pero educar, no.
Como volver la educacion judía en relevante? Ante todo preguntandonos que queremos de esta educacion?
Los seres humanos, como todos los demas seres vivientes de nuestro planeta, venimos al mundo con una estructura corporal determinada. Ella comprende todos los componentes del cuerpo y las relaciones existentes entre ellos. Todo lo que sucede con nosotros está determinado por esta estructura. Además de ella poseemos una organización. Tambien ella está compuesta por componentes corporales y sus interacciones, pero a diferencia de la estructura si ella es alterada y por ello dejar de actuar no podremos seguir viviendo. La estructura nos permite cambiar, la organizacion es lo que nos permite seguir vivos. Es decir, nuestra persona como todo sistema, cambia en torno a algo que se conserva. Como sistema vivo mantenemos relaciones con otros sistemas, vivos y no vivos, que existen en nuestro entorno. Todo lo que ocurre fuera y dentro de nosotros lo interpretamos con las herramientas estructurales que tenemos, teniendo por lo tanto una concepción parcial y subjetiva de lo que sucede. A lo largo de nuestra vida, nuestra subjetividad va creando dominios de relación y contacto con otros entes autónomos que también interpretan loas cosas desde “su subjetividad”. De esta manera nos capacitamos para adquirir conocimientos y para reflexionar sobre nosotros mismos, pudiendo crear métodos que nos permiten explicar gran parte de los fenómenos naturales, sociales o culturales que ocurren en nuestro dominio de accion. Construimos continuamente nuestra realidad subjetiva agregando otros elementos a  los que ya tenemos, en un proceso de elaboración que se va nutriendo de las nuevas experiencias que nos van sucediendo en los distintos marcos en los que participamos.
De esta forma desde la más tierna infancia el hombre va construyendo (o más bien reconstruye) los saberes de su grupo cultural, y lo hace de una forma activa, explorando, descubriendo e inventando, utilizando para ello lo consensuado con otros seres humanos en los dominios de interacción que se crearon entre ellos. La función de los adultos es ayudar a encajar los procesos de construcción de los jóvenes con el saber colectivo culturalmente organizado, orientándolos y guiándolos, y siendo el referente sociabilizador del cual los niños aprenden. Así, se va formando nuestro conocimiento y se va construyendo nuestra representación del mundo.
Construir significados nuevos, implica un cambio en los marcos de conocimientos que se poseían previamente. La educación formal y no formal, es en gran medida un proceso de aculturación, donde los educandos pasan a formar parte de una comunidad o de la cultura delos  practicantes.
Vygotsky decía que el ser humano se caracteriza por una sociabilidad primaria. “El individuo es genéticamente social” (Wallon, 1959). Por origen y por naturaleza el ser humano tiene su prolongación en los demás. Solo, no es un ser completo.
George H. Mead, filósofo, sociólogo estadounidense distinguía entre el organismo fisiológico y el "SeIf". El primero está allí cuando nacemos, lo que llamamos el Homo sapiens y el segundo se desarrolla en el proceso de interacción del individuo con el ambiente que lo rodea, destacando en especial el conjunto de sus relaciones humanas. El ser humano se forma interaccionando con su ambiente cultural y social.
Vygotsky escribía en 1932: “Por mediación de los adultos, el niño se entrega a sus actividades, de este modo, sus relaciones con la realidad son relaciones sociales. La interacción social desempeña en el proceso del desarrollo un papel formador y constructor
Maturana decia que "El educar se constituye en el proceso en el cual el niño o el adulto convive con otro y al convivir con el otro se transforma espontáneamente de manera que su modo de vivir se hace progresivamente más congruente con el del otro en el espacio de convivencia. El educar ocurre, por lo tanto, todo el tiempo; de manera recíproca, como una transformación estructural contingente a una historia en el convivir en el que resulta que las personas aprenden a vivir de una manera que se configura según el convivir de la comunidad donde viven. La educación como "sistema educacional" configura un mundo y los educandos confirman en su vivir el mundo que vivieron en su educación. Los educadores, a su vez, confirman el mundo que vivieron al ser educados en el educar. Hay dos épocas o períodos cruciales en la historia de toda persona que tienen consecuencias fundamentales para el tipo de comunidad que ellos traen consigo en su vivir. Estos son la infancia y la juventud. En la infancia, el niño vive el mundo en que se funda su posibilidad de convertirse en un ser capaz de aceptar y respetar al otro desde la aceptación y respeto de sí mismo. En la juventud, se prueba la validez de ese mundo de convivencia en la aceptación y respeto por el otro desde la aceptación y respeto por sí mismo en el comienzo de una vida adulta social e individualmente responsable. Como vivamos, educaremos, y conservaremos en el vivir el mundo que vivamos como educandos. Y educaremos a otros con nuestro vivir con ellos el mundo que vivamos en el convivir.
Lo que aprendemos depende de las herramientas psico-sociológicas que tenemos, y estas dependen de la cultura en que vivimos, consiguientemente, nuestros pensamientos, nuestras experiencias, nuestras intenciones y nuestras acciones están culturalmente mediadas.  Para Vygotsky, "el aprendizaje es una forma de apropiación de la herencia cultural disponible, no sólo es un proceso individual de asimilación. La interacción social es el origen y el motor del aprendizaje".
Por ello quiero educar en el judaismo como cultura, para que los ninos y jovenes judios convivan y crezcan con personas maduras judias culturales y conserven este vivir como el vivir que ellos querran vivir cuando sean personas maduras.
Quiero adoptar y transmitir tres principios muy importantes para mi y que copio sin verguenza de Humberto Maturana que fueron escritas por el en un artículo publicado en el sitio de internet llamado Filosofía y titulado Modo de vida y cultura:
1. El primer derecho, es el derecho a equivocarse, el derecho a cometer errores. El derecho a equivocarse es fundamental, porque si uno no tiene derecho a equivocarse no tiene cómo corregir los errores porque no tiene cómo verlos. Los sistemas autoritarios jamás se equivocan, porque para equivocarse uno tiene que aceptar que no es autoridad. Tiene que aceptar que no es dueño de la verdad. Por esto el derecho a equivocarse es un derecho fundamental.
2. El segundo derecho, es el derecho a cambiar de opinión. Vivimos un mundo que nos exige ser siempre iguales. Ejemplo: a veces a uno lo acusan: «usted hace 20 años dijo tal cosa, ahora está diciendo algo distinto». Ciertamente dijimos cosas distintas hace 20 años, algunas de las cuales me alegra haberlas dicho, y otras no. La verdad es que hay ciertas cosas que yo quisiera no haber dicho jamás en mi vida, pero el haberme dado cuenta de que fueron indeseables me permite cambiar de opinión. Pero si el otro no me deja cambiar de opinión, ¿cómo suelto la verdad y acepto mi error? y tengo que soltar una verdad para tener otra. En fin, para moverme en un espacio de respeto al otro necesito no ser dueño de la verdad, y para no ser dueño de la verdad necesito poder cambiar de perspectiva, es decir, necesito poder cambiar de opinión
3.   El tercer derecho, es el derecho a irse, si no te interesa lo que hablamos te podes ir,la convivencia no debe ser una cárcel.
Lo que hacemos al educar a nuestros niños en el convivir o al mandarlos al colegio, es acotar sus espacios conductuales y especificar los espacios de preguntas legítimas e ilegítimas que ellos vivirán. 
Gracias por la atencion prestada y recuerden que lo dicho o escrito siempre fue dicho o escrito por alguien.

Cuche, Denys (1999) La Noción De Cultura En Las Ciencias Sociales.

Verhelst, T. (1997). Las Funciones sociales de la cultura. LEADER Magazine. Nº 8. España.  En: http://www.rural-europe.aeidl.be/rural - es / biblio / culture / contents. htm.
Williams, R. (1997). Hacia una sociología de la cultura. En Sociología de la cultura (pp. 9-30). Barcelona: Paidós.
Humberto Maturana y Francisco Varela: "El árbol del conocimiento" .