Judaísmo
cultural
Ruben
Ogorek
Barkai,
Israel
03-2015
Capítulo I: La libertad de elegir y
el derecho de escoger quienes somos.
Los seres vivos comienzan su vida
con una estructura inicial que a pesar de ser un factor preponderante no es la que definira
en un cien por ciento lo que sera de ellos. La biología no les determinara el
futuro, pero los condicionara en una serie de aspectos y les dictara un campo de opciones
posibles para ese vivir.
Pero, ¿cuál de esas
historias posibles sera la que este ser vivirá de hecho? Todo depende de las
interacciones que mantenga con su medio ambiente. Por ello podemos
afirmar que el ser viviente sera como sera, de acuerdo a las relaciónes que su
estructura le permita mantener con los distintos factores de su medio ambiente,
y con la congruencia que se desarrolle entre ellos. Dentro de ese campo de
posibilidades el ser humano ira construyendo de una forma o otra, su historia individual (ontogenia). Esto, tambien acontece con nosotros los seres humanos.
Maturana nos dice que "al ser
Homo sapiens sapiens, todos comenzamos con el mismo campo fundamental de posibilidades
humanas. Así, cada niño será el ser humano que su historia configura en un
proceso de epigénesis, en el que lo que pasa, surge en la transformación de la
estructura inicial de manera contingente a la historia del vivir en la que niño
y circunstancia cambian juntos de manera congruente. En el manejo de las circunstancias,
del espacio de convivencia en que el niño crece, es donde está la responsabilidad
y la tarea del educar porque cada uno de nosotros es y será, de una u otra manera,
de acuerdo a cómo vivamos. Y ello depende en gran parte de nuestras elecciones".
Por lo tanto llevamos cargando toda
la vida las consecuencias de nuestras elecciones y con la responsabilidad de
ser concecuentes con ellas. Maturana expone en su libro "El sentido de lo
humano" lo que para el es ser libre y responsable:
a) Somos responsables en el momento en que nos damos cuenta, en
nuestra reflexión, de las consecuencias de nuestras acciones y de si
queremos o no queremos esas consecuencias, y si actuamos de acuerdo a ese
querer o no querer; y
b) somos libres en el momento en que nos damos cuenta
- en nuestras reflexiones sobre nuestros
quehaceres - de
si queremos o no queremos, nuestro
querer o no querer las consecuencias de nuestras acciones, y desde allí
actuamos de acuerdo a nuestro querer o no querer nuestro querer.
Al ser responsables y libres, el
curso de nuestras acciones pasa espontáneamente a depender de nuestros deseos,
y del darnos cuenta de ellos. Yo quiero ser capaz de hacer cualquier cosa
siendo responsable de todo lo que hago y ello me exige ser capaz de
reflexionar sobre mis acciones.
Víctor Frankl en su libro “El hombre en busca de sentido se
pregunta "¿Qué
decir de la libertad? ¿Será cierta la teoría que nos enseña que el hombre no es
más que el producto de muchos factores ambientales condicionantes, sean de
naturaleza biológica, psicológica o sociológica?". Su
contestación es muy convincente: “Los que estuvimos en un campo de concentración
recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los
demás, dándoles el ultimo trozo de pan que les quedaba. Eran pocos, pero
ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo, salvo
una cosa; la última de las libertades humanas – la elección de la actitud
personal ante un conjunto de circunstancias – para decidir su propio camino”.
Si bien nuestra libertad esta
condicionada por situaciones que nos son ajenas, salvo en situaciones limites, tenemos
la posibilidad de decidir nuestras propias decisiones, y nuestra biologia no es
más que otro de estos condicionamientos, pero no es determinante de nuestra
conducta.
Para Sastre,
el ser humano existe, sólo en la medida en que se inventa a sí mismo, es decir,
el ser humano es trascendente, “está condenado”, a la actividad, siendo responsable
de que las cosas sigan como están o pasen a ser diferentes.
Nietzsche sostenía “que el que
tiene un porque para vivir encontrara casi siempre el como”. Lo importante es
encontrar que hacer para darle sentido a nuestras vidas y después encontraremos
el camino correcto para llevarlo a la práctica.
Erich
Fromm escribio que “la existencia humana se
caracteriza por la libertad. Su significado varía de acuerdo con el grado de
autoconciencia del hombre y su concepción de sí mismo como ser separado e
independiente, como entidad separada y
distinta de la naturaleza y de los hombres que lo rodean”. Y continua "la
necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el
hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla".
Fromm sostiene que la identidad de una persona
esta compuesta por una necesidad afectiva (sentimiento), cognitiva (conciencia
de sí mismo y del vecino como personas diferentes) y activa (el ser humano
tiene que "tomar decisiones" haciendo uso de su libertad y voluntad).
Si bien, ciertos elementos nacen con el individuo, la identidad del ser humano se
construye a través de su vida como parte del proceso social del
cual toma parte.
A pesar de haber nacido seres
humanos, sexual y socialmente determinados, escribimos nuestra historia
individual a lo largo de toda nuestra vida escogiendo dia a dia nuevas actitudes frente los nuevos dilemas y
desafios, a la que esta vida nos enfrenta. Los modelos que nos ensenan como
elegir son los otros individuos con los que compartimos nuestros dominios de
accion y con los cuales nos identificamos y compartimos distintos periodos de
nuestra vida, adoptando algunas de sus cualidades, personales, sociales,
genericas, religiosas, etnicas o nacionales. En conclusión, la
construcción de nuestra identidad esta siempre relacionada con la existencia de
otras personas y con nuestra capacidad de elegir que queremos tomar de ellas y
que no, por que actuamos "de acuerdo a nuestro querer
o no querer nuestro querer".
Capítulo II: Subjetividad cultural y
colectiva
Uno de los presupuestos básicos del
constructivismo es que todo cuanto sabemos y creemos, es fruto del lenguaje.
Nuestro conocimiento se va creando por y desde el lenguaje. Al usar el
lenguaje, vamos creando la realidad junto con nuestros interlocutores. El
lenguaje nos permite comprender, conocer y transmitir nuestras percepciones y
construir nuestra realidad personal. Así es como, sobre la base de nuestra
biología, creamos y modificamos nuestra identidad permanentemente en virtud de
las circunstancias, de nuestras interacciones y de las características y
expectativas de nuestros interlocutores. Podría decir que el comienzo de la
cultura humana se da en el lenguaje y de allí en más se desarrolla la
humanidad, el ser humano comienza a ser cuando interactúa con otros seres
humanos, cuando comienza su sociabilización. Podemos decir que nuestra
identidad es resultado de nuestra interacción social. Nuestra identificación
con otros individuos es la que define nuestra subjetividad, por lo tanto
nuestra identidad personal no puede estar aislada de una identidad colectiva.
identidades personales y colectivas se alimentan unas a otras y se
interrelacionan. Por un lado las personas se definen en parte de acuerdo a sus
relaciones sociales y las sociedades se transforman y modifican en reacción a
las acciones de los individuos que las componen. Las identidades
personales y colectivas se retroalimentan y se interrelacionan. Los individuos se
autodeterminan en parte de acuerdo a sus relaciones sociales y las sociedades
se forman, transforman y modifican gracias a las acciones de estos individuos.
Al pertenecer a distintos grupos
sociales, por lo general, los humanos, adoptamos más de una identidad
colectiva. Estos grupos pueden ser determinados como una etnia, una clase
social, un pueblo, un género, una religión, una nacionalidad. Por lo tanto las
identidades personales son formadas por identidades colectivas culturalmente
definidas, que a su vez, no pueden existir aisladas de las identidades
individuales. No existe la una sin la otra. Si mantenemos que nuestra identidad
colectiva esta determinada por nuestra cultura, este es el lugar de explicar
cuál es su definición.
Cultura es una de las palabras de mas compleja
definicion. Literalmente proviene del latin “colere” que significa cultivo o
cuidado. La agricultura se refiere al cultivo de las plantas y cuidado de la
tierra, la puericultura al criado de los niños y en lo que respecta a lo
sagrado se refiere al culto. La cultura era concebida como una acción que
conducía a la plena realización de las potencialidades de alguna cosa o de
alguien, era hacer brotar, fructificar, florecer o cubrir de beneficios al
beneficiado.
Verhelst (1997), escribió que “La cultura es algo vivo, y esta
compuesta por elementos heredados del pasado como por influencias exteriores
adoptadas y novedades inventadas localmente. La cultura tiene varias funciones
sociales y una de ellas es proporcionarnos una estimación de nosotros mismos, condición
indispensable para cualquier proceso de desarrollo, sea este personal o
colectivo”.
Con el correr del tiempo, el término cultura se fue
transformando hasta que en siglo XVIII con la llegada de la Ilustración
(racionalismo, empirismo, liberalismose transforma en sinónimo de civilización
y pasa a ser entendida como el conjunto de practicas (artes, ciencias,
técnicas, filosofías y oficios) que permiten medir el grado de civilización de
una sociedad. Cuanto mas adelantada la sociedad de acuerdo a los cánones
europeos de la época, más culta ella es. Las sociedades pasaron a ser valoradas
de acuerdo a la presencia o ausencia de elementos típicos de las sociedades
burguesas y la falta de estos era considerada como señal de una cultura poco
desenvuelta o primitiva.
A mediados del siglo XIX sobre todo con la influencia de
la filosofía alemana la cultura comienza a sufrir un cambio básico de
apreciación y comienza a ser entendida como la diferencia entre la Naturaleza y la Historia. En esta época, el término cultura representa el fin de la adhesión del
hombre a la naturaleza y el comienzo de un mundo humano propiamente dicho. Se
dictan las leyes del nuevo orden universal, siendos regidos el orden físico por
las leyes de la casualidad, el orden biológico por las normas de adaptación
organismo/medio ambiente y el orden humano por la capacidad de relación del
hombre con lo ausente, lo factible, lo abstracto. Con el apoyo del lenguaje y
del trabajo, el ser humano deja de adherirse como un animal al medio natural en
el que vive, y pasa a enfrentarse a el, a luchar en su contra y a transformarlo para su propio
beneficio.
En su libro ¨La Ideología Alemana¨, Karl Marx explicaba que
la cultura debía sus raíces a la "doble relación" hombre/naturaleza, y
hombre/hombres. Segun Marx esta doble relación determinaba que todo lo que sea
creado por el ser humano y tiene relacion con él es cultura. Todo lo que transformamos
en la naturaleza y no esta en estado virginal, es cultura. Todo lo que en el
interaccionar Hombre/Hombre, Hombre/Naturaleza abarca el quehacer humano es
cultura. Son tantas estas áreas que nuestra identidad cultural en desarrollo es
múltiple. De esta forma, el ser humano
deja de ser reducido a un simple organismo predestinado a nacer, procrearse y
morir, y se transforma en un ser dueño
de su destino, capacitado a elegir y a trascender y a definirse a si mismo como
un agente histórico. El ser humano ya no forma parte de la historia universal,
sino que es el protagonista de la misma.
Capítulo
III: Una visión distina del
concepto cultura (sistemico).. Los
contenidos fueron tomados del sitio internauta del Instituto
de Terapia Cognitiva, INTECO.
Humberto Maturana sostiene que el
entender es un fenómeno biológico y que, por tanto, sólo puede ser estudiado y
conocido como tal. Los seres vivos se auto-organizan; son sistemas
estructuralmente determinados y autopoiéticos (se están siempre auto-creando). Los
cambios que experimentan los seres vivos al ser sistemas autopoiéticos son
determinados por su propia organización y estructura. Los sistemas son
estructuralmente determinados ya que todo lo que ocurre en ellos no está
determinado por nada externo a ellos.
Cuando vemos como observadores algun factor que influye en el sistema,
no es el lo que provoca el cambio, sino el que desencadena dentro del sistema
un cambio estructural que estaba previamente determinado en la configuración
del mismo.
La organización de los seres vivos
es circular, autorreferencial, recursiva y su organización es una organización
cerrada, y por lo tanto autónoma. Los cambio que se producen durante su vida,
se producen en su estructura y no en su organizacion. La organización se
refiere a la relación que se da entre los componentes de una "unidad
compuesta" y que determina las propiedades de esa unidad. La estructura,
en cambio, apunta a los demas componentes y a la relación que ellos mantienen
entre si y con el medio. La organizacion es la que el sistema mantiene todo el
tiempo y la estructura es la que mantiene relacionews con el medio y permite
que haya congruencia entre el medio tanto interno y externo con el sistema. Si
bien todo un sistema está operacionalmente constituido por su organización, su
operación efectiva es realizada en -y a través de- su estructura.
Maturana, se niega a la realidad
objetiva independiente del observador y reconoce al observador como un
participante constitutivo de lo que observa. El no acepta el concepto de que
hay una realidad objetiva que es igual para todo, sino que cada observador
construye su mundo, un mundo que es igualmente válido y único respecto de
otros.
La posicion filosofica que mantiene
que existe un solo universo, unico y objetivo y que es posible el acceso a él,
coloca al locutor en una posición de privilegio ya que es portador de la verdad
y puede tansmitirla a otros interlocutores. Maturana propone la existencia de
multiversos, donde no se percibe un solo portador de la verdad sino que cada
uno construye el suyo que no es menos valido que el de los demas.
Para Maturana el lenguaje es parte
de la historia evolutiva de los seres humanos. Somos los únicos
animales que tienen la peculiaridad de vivir en un fluir constante e
ininterrumpido, una doble dimensión simultánea de experiencia: la primera es la
experiencia inmediata que le ocurre a todos los animales a nivel de emociones,
según la cual algo simplemente pasa y la segunda, que nos ocurre como humanos a
nivel de la reflexión que nos permite comprender ese algo que simplemente pasa
y que tiene lugar en el lenguaje, ya que solo en el lenguaje se admite la
existencia de categorías como lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo y lo justo
y lo injusto. Ahora bien, el lenguaje
consiste en un operar recurrente de lo que Maturana denomina coordinaciones de
coordinaciones conductuales consensuales. Que quiere decir
coordinacion de acciones concensuales? El lenguaje es la comunicacion entre
individuos por medio de palabras o gestos cuyo significado concensuado, que es
dado y reconocidos por los interlocutores.
Según ellas
cada palabra o gesto no está relacionado con algo exterior a nosotros, sino con
nuestro quehacer y con nuestra coordinación para ese quehacer con los otros.
Son precisamente ese quehacer, y
las emociones que están en su base, lo que específica y da a nuestras palabras
su significado particular. Por esto, a nivel de la experiencia inmediata no se
puede diferenciar lo que es una ilusión de una percepción; sólo lo logramos en
el lenguaje. Y ya que sólo a través del lenguaje el ser humano puede explicar
su experiencia en el vivir y asimilarla a la continuidad de su praxis de vida,
el comprender es inseparable de la experiencia humana: todo el reordenamiento
racional cognitivo que pueda elaborarse se basa, en premisas tácitas que han sido
proporcionadas por la experiencia inmediata.
En palabras de Maturana: "Todo
sistema racional tiene una base emocional y esto explica por qué no se puede
convencer a nadie con un argumento lógico si no se ha aceptado antes su premisa
a priori".
Maturana va más allá y crea el
término lenguajear, con el que denomina a la relación dinámica y funcional que
se da entre la experiencia inmediata y la coordinación de acciones consensuales
con los otros.
Esta concepción revierte el enfoque
empirista clásico que ve al lenguaje como simple transmisión de información de
un individuo a otro. En su enfoque ontológico el lenguajear corresponde a una
expresión de la temporalidad humana: todo lo que ocurre, ocurre en el lenguaje,
en el aquí y en el ahora. Todo quehacer humano se da en el lenguaje, y lo que
en el vivir de los seres humanos no se da en el lenguaje no es quehacer humano;
al mismo tiempo, como todo quehacer humano se da desde una emoción, nada humano
ocurre fuera del entrelazamiento de lenguajear con el emocionar, y, por lo
tanto, lo humano se vive siempre en un conversar. Finalmente, el emocionar en
cuya conservación se constituye lo humano al surgir el lenguaje, se centra en
el placer de la convivencia en la aceptación del otro junto a uno, es decir, en
el amor, que es la emoción que constituye el espacio de acciones en el que
aceptamos al otro en la cercanía de la convivencia (Ontología del conversar,
pp. 28-29)
La concepción de cultura para
Maturana: Una cultura es una red de cerrada de conversaciones
que definen un modo de vivir, un modo de estar orientado en el existir tanto en
el ámbito humano como no humano, e involucra un modo de actuar; un modo de
emocionar, y un modo de crecer en el actuar. La experiencia humana tiene lugar
en la forma de relacionarnos unos con otros y con el mundo que configuramos en
nuestro diario vivir mediante el conversar. El cambio cultural ocurre cuando se
produce un cambio de conversaciones en esa red; cambio que surge, se sostiene y
se mantiene en el emocionar de los miembros de la comunidad. De ello se
desprende que lo humano es cultural: surge como un modo de vivir en el
conversar, en redes de conversaciones, en un entrelazamiento entre el
lenguajear y el emocionar. Los distintos sistemas de convivencia que
constituimos en la vida cotidiana se diferencian en la emoción que especifica
el espacio básico de acciones en que se dan nuestras relaciones con el otro y
con nosotros mismos.
¿Cómo se vive una cultura?, ¿cómo
se aprende una cultura? Viviendo en ella. La mamá no le enseña a uno la
cultura, pero uno vive la cultura con la mamá y aprende el hacer y el emocionar
de la mamá. Las distintas culturas admiten ciertas preguntas y niegan otras, la
mayor parte del tiempo no hay que hacer explícito qué preguntas son legítimas y
qué preguntas no lo son. Los niños crecen aprendiendo a preguntar ciertas cosas
y a no preguntar otras meramente viviendo en la comunidad a que pertenece
porque la cultura se adquiere en el vivir en ella. Algunos aspectos
particulares como declaraciones morales se adquieren por afirmaciones
explícitas cuando hay conflicto en la convivencia, porque tales nociones surgen
en una cultura como ampliaciones de la red de conversaciones que la constituyen
en el intento de sus miembros de conservarla. Por esto las afirmaciones morales
constituyen exigencias de una conducta que implica la conservación o la
negación de un cierto emocionar.
Capítulo IV: Seguimos con la Cultura.
Conceptos
extraídos del libro
“Ontología del lenguaje” de Rafael Etcheverría
Como propuse ateriormente, todo cuanto sabemos y
creemos es fruto del lenguaje con que comprendemos y transmitimos nuestras
percepciones. Al conversar, vamos creando la realidad junto con nuestros
interlocutores. Así es como, sobre la base de nuestra biografía, creamos y modificamos
nuestra identidad, que retocamos permanentemente en virtud del contexto, de las
circunstancias de nuestra interacción y de las características y expectativas
de nuestros interlocutores.
Desde el siglo XVII la filosofía del occidente se
baso en el racionalismo cartesiano (de Descartes). Los seres humanos
occidentales nos volvimos cartesianos aun cuando no supiéramos quien era
Descartes o no conociéramos su filosofía y asumimos como validos sus postulados.
Descartes separaba al mundo en la razón que nos
constituye como sujetos y la sustancia física que constituye a los objetos
incluido el cuerpo humano. Somos sujetos rodeados por objetos que podemos
percibir gracias a nuestros sentidos. La diferencia existente entre el ser
humano y los demás seres vivos es que somos seres racionales. Una de las
preguntas fundamentales con las que se enfrento la filosofía ha sido como conocemos a los
objetos a estos objetos. Descartes decía que lo hacemos con la ayuda del
pensamiento, la razón y la capacidad de deliberación. Toda acción humana es una
acción racional. El éxito obtenido por esta concepción volvio a la razón el
principio rector del universo. La ciencia que comenzó en esta época a ser
determinante parecía demostrar que el comportamiento de la naturaleza puede ser
entendido racionalmente, de acuerdo a leyes que esperaban ahí afuera para ser
descubiertas. Un gran filosofo como Hegel explicaba que la realidad y la razón
una sola eran, en el dicho “todo lo real es racional y todo lo racional es
real, y un gran filósofo como Liebniz proclamaría “Nada es sin razón”.
La escuela post modernista observa al mundo de otra
manera, sosteniendo que lo racional solo pertenece al dominio de nuestras
explicaciones, los fenómenos naturales no tienen razones, pasan sin razones. La
razón de un fenómeno no pertenece al fenómeno en si, sino a los seres humanos
que forjan una explicación razonable de determinado fenómeno. La discusión en
definitiva se podría resumir en una pregunta ¿Newton descubrió la fuerza de
gravedad o la inventó? A mí me parece que la razón no es un atributo cósmico
sino una capacidad de los seres humanos.
El filosofo alemán Martin Heidegger (al que muchos
judíos no le tienen mucha simpatía por haber sido miembro del partido
nazi) fue uno de los críticos mas
acérrimos del pensamiento cartesiano. El sostenía que el fenómeno primario de
la existencia humana es lo que llamo en alemán Dassein que en español se puede
explicar como “ser en el mundo”. De acuerdo a Heidegger no hay ser que no esté
en el mundo ni un mundo que no lo sea para un ser. Ambos se constituyen por
referencia del otro.
Según Heidegger la base y la condición primaria de
la acción humana es lo que llamo transparencia. Cuando caminamos, subimos la
escalera, comemos, conducimos un auto, andamos en bicicleta, lo hacemos en
transparencia. La actividad no reflexiva, no pensante, no deliberativa es la
base de la acción humana. Por lo tanto la acción transparente no sigue los
supuestos ofrecidos por la interpretación racional. Al contrario nuestra atención
suele estar puesta en otra parte.
¿Por qué en transparencia? Porque si vamos
conduciendo a la mañana para el trabajo, la mayoría de las cosas que se nos
cruzan en nuestro camino son transparentes para nosotros. La mente no esta puesta en ellas, pensamos en
la conversación que sostuvimos la noche anterior con nuestra pareja, o en el
trabajo que nos espera en la oficina al llegar. Nos desplazamos en sintonía con
el mundo que nos rodea, fluyendo de una manera congruente sin detenernos a
pensar en él. Esto implica que no hemos visto lo ocurrido? Seguramente que no
porque si asu hubiera sido no hubiéramos parado en el semáforo cuando estaba en
rojo. Nos desplazamos en sintonía con el mundo que nos rodea, sin detenernos a
pensar demasiado en él. Fluimos en él, como cuando bailamos, sin prestar mayor
atención a los pasos que estamos dando.
¿Cuándo, entonces, emerge el pensamiento sobre lo que hacemos?
La conciencia de lo que estamos ejecutando emerge,
solo, cuando este fluir en la transparencia, se ve interrumpido por alguna
razón: cuando se produce lo que llamamos un quiebre. Quiebre es una
interrupción en el fluir transparente de la vida.
Cuando alguien crucé deliberadamente frente a
nuestro auto será un quiebre, cuando alguien toque la bocina para que avancemos
despues que el semáforo se haya puesto en verde será un quiebre. Solo cuando
aquello que antes nos era transparente y ahora emerge en nuestro campo de
atención y tomamos conciencia de ello, sólo entonces, nuestra acción se regirá
por los padrones de la acción racional. Un quiebre es un juicio de que lo
acontecido altera el curso esperado de los acontecimientos. El quiebre, por lo
tanto, puede ser reconstruido como un juicio que dice: «Lo que ha acontecido no
era lo que esperaba». Como tal, todo quiebre está asociado con una
transformación de nuestros juicios sobre lo que es posible.
No todos vemos a los mismos acontecimientos como
quiebres. Los quiebres implican un juicio de que las cosas podrían haber sido
de otra forma. Todo depende de quien observa lo que pasa. Una pinchadura de
goma podría ser para alguien un situación fortuita y para otro una tragedia.
Todo es de acuerdo a quien atraviesa la situación y de la forma en que la ve.
Hay dos fuentes fundamentales en la declaración de
los quiebres. La primera, la más
habitual, se refiere a situaciones en las que el quiebre aparece sin que nos
demos cuenta. Se trata de situaciones dentro de las cuales en la comunidad
donde vivimos, existe un consenso, muchas veces, ni siquiera explicito, sobre
lo que cabe esperar. Por lo tanto el juicio antecede al acontecimiento. Lo que
sucede es que el observador es portador de un juicio de quiebre que pertenece
al discurso cultural histórico de la comunidad en que vive y por lo tanto lo
hace de manera automática, sin siquiera escoger hacerlo. La otra forma de
quiebre es cuando el individuo lo declara sin tomar en cuenta el discurso
cultural histórico de su comunidad por lo tanto lo que puede ser un quiebre
para uno puede no ser para otro, pero siempre el discurso cultural esta
presente para seguirlo o para no seguirlo.
Entonces de acuerdo a Heidegger tanto gran parte de
las transparencias como gran parte de los quiebres surgen como
parte de un discurso histórico –cultural que afectan a los miembros de una
comunidad. Entonces también aquellas cosas que hacemos pensando y
aquellas que hacemos sin pensar están influidas por nuestros marcos culturales
de referencia. De esta forma se crea una fluidez en la normalidad, con pautas,
normas y conductas que están impregnadas en el individuo que es parte y
participe de la comunidad cultural y su subjetividad colectiva.
Las "identidades culturales"
o "subjetividades colectivas", son formas colectivas de identidad que
se refieren a rasgos culturales (redes de
conversaciones) compartidos por ciertos grupos de individuos. Estos, a su vez,
se diferencian de características culturales que son adoptadas por otros grupos
de individuos. En nuestra época las identidades culturales que nos
influencian mayormente en la formación de nuestra identidad personal son
también identidades colectivas, por ejemplo, la de identidad
social y la identidad étnica-nacional.
El ser brasilero nos hace pertenecer a un colectivo, nos
hace ser parte de un grupo que puede ser identificado por rasgos culturales específicos: les gusta la samba, comen
feijoada, juegan bien al fútbol, son alegres, tienen ritmo. En realidad esta
brasibilidad significa muy poco sin una referencia a personas individuales
concretas que continuamente las recrean por medio de las conversaciones que
mantienen, que práctican, renuevan y preservan.
La existencia de un grupo con una
subjetividad cultural determinada, implica la existencia de otros grupos, que poseen modos de vida, valores, costumbres e redes
deconversaciones diferentes al
de los del primero. La definición del sí mismo siempre envuelve una distinción con la manera de vida de los otros. En la construcción de cualquier
versión de identidad, la comparación
con el otro y la utilización de mecanismos de diferenciación con el otro
juegan un papel fundamental.
Así surge la idea de que nosotros
somos distintos a ellos. Muchas veces para definir lo propio se acentúan las diferencias con los demás y el
proceso de diferenciación se transforma en un proceso de oposición al otro. Si bien la diferenciación es un proceso indispensable para la construcción de nuestra
subjetividad, la oposición hostil al
otro no lo es, y constituye un peligro de todo proceso identitario. Si esta diferenciación se utiliza para
reforzar los vínculos internos y no para promover el odio externo se crea una
identidad cultural que conduce a una cultura específica y diferente, que aporta
al multiculturismo global.
Las identidades culturales funcionan
produciendo significados y narrativos con los cuales las personas pueden
identificarse. Mientras más importante sea el rol de la identidad
colectiva para la construcción de las identidades personales, mayor
será la atracción de los significados y narrativas que se crean para
inducir a los individuos a identificarse con ellos.
El pueblo es un caso muy
especial de idnetificacion porque demanda y logra un de compromiso
muy alto grado por parte de sus miembros y no tiene casi paralelos con
otras identidades culturales. Ser parte de un pueblo determinado es una de las
formas de subjetivación colectiva mas significativa en la vida de las personas
y es una de las elecciones que hacemos que nos dirigen a decidir quienes somos
y hacia donde vamos.
Capítulo V: pueblos y y la creación de una subjetividad
colectiva
En la Reunión Internacional de Expertos para
la Dilucidación de los Conceptos de los Derechos de los Pueblos del ano 1989 la
UNESCO llega a una definicion de pueblo conocida como "la definición
Kirby", que debe su nombre a su principal autor, Justice Michael Kirby. Esta
define a pueblo como: un grupo de seres humanos individuales que tienen en
común todos o algunos de los siguientes elementos: tradición histórica
común; identidad racial o étnica; homogeneidad cultural; unidad lingüística;
afinidad religiosa o ideológica; conexión territorial y vida económica común.
Basándose en estos principios la UNESCO determino
que antes que nada "el grupo como un todo debe tener la voluntad de que le
identifiquen como un pueblo o la conciencia de ser un pueblo", agegando
por primera vez un elemento subjetivo que va a ser clave en el futuro. El
pueblo ademas de estar formado por un número determinado de personas, que no precisa
ser muy grande pero que debe ser más que "una simple asociación de
individuos dentro de un estado" debe dar lugar a la creacion de
"instituciones u otros medios que le permitande expresar sus
características comunes y su voluntad de identificarse".
Si bien la definición Kirby es muy amplia, todavía
no nos permite entender como es que un grupo determinado de personas llega a
autodeterminarse como pueblo y como esta auto-determinación llega a ser aceptada
por la comunidad internacional. Agregamos para ello, a la definición echa en la
Carta de las Naciones Unidas o los Pactos Internacionales de Derechos
Humanos: “El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho
de autodeterminación, es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas
de gobierno,
perseguir su desarrollo económico, social y cultural y estructurarse
libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad”.
De acuerdo a estas definiciones cada grupo de
personas tiene derecho a declarase pueblo si posee una serie de elementos,
como, tradición común, identidad racial o étnica, unidad lingüística, religión
o ideología afín, vida económica común y conexión territorial, pero a su vez
debe poseer lo que a mi forma de ver es lo mas importante, “si tiene la
voluntad de ser identificado como pueblo o si tienen la conciencia de serlo”.
Los componentes que permiten la
autodeterminación de un pueblo tienen un fuerte carácter cultural, como
“homogeneidad cultural; vida económica común, unidad lingüística; tradición
histórica común; afinidad religiosa o ideológica, y conexión territorial y
identidad racial o étnica”.
Estos componentes se convierten con el paso
del tiempo en patrimonios del mismo pueblo tal como la Reunión Internacional de
Expertos de la UNESCO que tubo lugar en marzo de 2001 en Turín (Italia) lo
trato de definir:
“Patrimonios culturales son un conjunto de elementos
que constituyen la memoria grupal de una comunidad: paisajes, sonidos, obras o
construcciones que hablan del camino recorrido por un pueblo, de sus búsquedas,
motivaciones y esperanzas, de sus fracasos y pérdidas, de las causas de su
aparición o de su desaparición. Así como reflejan la historia de un grupo
humano, también exponen la forma y los elementos mediante los cuales los
individuos se relacionan con su entorno, sea éste el medio ambiente físico o el
mundo mágico-religioso. La comprensión de las leyes que rigen ambos universos
el material y el espiritual es imprescindible para la supervivencia de la
comunidad y constituye una fuente inspiradora de innumerables expresiones y
bienes culturales”.
Además de dar a un pueblo una sensación de
continuidad con respecto a las generaciones anteriores, estos elementos su bien
son importantes para la identidad popular, lo son tambien para salvaguardar a
la diversidad multicultural y la creatividad de las humanidades.
Capítulo VI: Mundo multicultural, tolerancia y respeto
¿Será contraproducente para la humanidad que cada
pueblo cree su propia subjetividad cultural colectiva, se identifique con ella
y se segregue de esta forma de los demás pueblos existentes?
El hombre,
en su interacción
social, vive con otros, los conoce y se reconoce frente a ellos, descubre
coincidencias y conveniencias; participa de una acción
común, colabora y aporta. Asume el papel que le asignan y que se otorga,
persigue objetivos
compartidos y al hacerlo cumple sus propios fines. A su vez conoce su entorno,
organiza su vida diaria y se vale de todo lo que lo rodea: lo que está próximo,
lo que es parte de sus vivencias, de su cotidianidad; todo ello es parte de sí
mismo, de sus afectos, de sus valores,
de sus tradiciones y cultura.
Con todo lo anteriormente mencionado, se puede decir que la identidad
es un derecho y vivencia del hombre, del individuo,
de la colectividad, reconocimiento de la dignidad
de la persona,
expresión de su singularidad por encima de su condición social (Camacho Quiroz,
2006).
En este sentido una cultura es un ideal que orienta
la formación de las personas, les ayuda a crear su subjetividad, las motiva
para formar parte de un grupo o comunidad y la incentiva a adoptar una
identidad grupal diferenciada de otras identidades grupales.
La cultura es la causante a veces de los conflictos
étnicos. Por ejemplo, los planteados entre hutus y tutsis (en Ruanda), entre
bosnios y serbios (en los Balcanes), entre tamiles y cingaleses (en Sri Lanka).
Todos estos conflictos se describen como desenlazados por diferencias
culturales seculares. La cultura se convierte en un modo de explicar (casi de
justificar) la violencia
étnica y los conflictos actuales.
¿Será que el hecho de tener distintas culturas
es el motivo de los conflictos? ¿Es posible eludir y llegar a una situación de
convivencia utilizando a este mundo multicultural como un marco de unión y no
de separación? ¿No es posible enriquecernos con las diferentes culturas
existentes antes que matarnos por ellas? ¿Es imposible salvar estas
diferencias? Otra vez podemos argumentar a favor y en contra de las distintas
posiciones con respecto a este tema pero también podemos adoptar una posición
humanista como la que fue redactada y aceptada en la UNESCO el 16 de noviembre
de 1995 basada en la tolerancia hacia el distinto, hacia el diferente. De acuerdo a esta postura, la tolerancia consiste en el respeto, la
aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo,
de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el
conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de
pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía y
en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política
y jurídica.
Yo personalmente prefiero el termino respeto al
de tolerancia
Pero tolerancia no es concesión,
condescendencia o indulgencia. En
ningún caso puede utilizarse para justificar el quebrantamiento de los valores
fundamentales. Practicar la tolerancia no significa tolerar la injusticia
social ni renunciar a las convicciones personales o atemperarlas.
La tolerancia es la responsabilidad que
sustenta los derechos humanos, el pluralismo (comprendido el pluralismo
cultural), la democracia y el Estado de derecho. Supone el rechazo del
dogmatismo y del absolutismo y afirma las normas establecidas por los
instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos.
La tolerancia significa aceptar el hecho de
que los seres humanos, naturalmente caracterizados por la diversidad de su
aspecto, su situación, su forma de expresarse, su comportamiento y sus valores,
tienen derecho a vivir en paz y a ser como son y que uno no ha de imponer sus
opiniones a los demás.
Capítulo VII: Identidad judía en los tiempos modernos
Durante el tiempo que los judíos vivieron en
comunidades diasporicas, cerradas dirigidas por sus leyes tradicionales y
religiosas y en el que su situación como grupo minoritario estaba regulada
estrictamente por la sociedad externa, la identidad colectiva judía no se encontró
en peligro alguno. Si bien existían algunos individuos que renunciaban a su
pertenencia grupal estos no amenazaban al grupo como marco unido y homogenico.
Dos eran los factores mas determinantes que ayudaban
a mantener esta homogeneidad dentro del la colectividad judía, el primero era la
dificultad de adaptación a las normas del mundo cristiano, y el segundo era el peso
de la religión como propagador de una imagen de vergüenza y desprestigio
aquellos que osaban abandonar a la comunidad.
En el siglo XVIII con la emancipación, todo
comenzó a cambiar. En la Francia de la
revolución francesa los judíos por primera vez pudieron ser protagonistas del
desarrollo del país donde vivían y lograron ser integrados en marcos no judíos.
Al ser respetadas los derechos humanos personales recibieron nuevas oportunidades
de desarrollo a nivel individual pero al no ser aceptadas las nacionalidades
minoritarias no recibieron a nivel grupal ningún tipo de concesiones especiales.
En esta época que se produjeron cambios muy grandes
en la historia del pueblo judío, producto de las nuevas corrientes de
pensamiento. A raíz de ellos surgió un antisemitismo estatal que hasta ese
momento había sido desconocido para las comunidades judías.
La reacción a la nueva posición estatal llevo a la consolidación de vínculos solidarios
entre los judíos y ayudo a perpetuar en ellos un fuerte sentimiento de comunidad
que los impulsa a redefinir la posición del judío a nivel de pueblo y a nivel
de nación dentro de otra nación y hace surgir un nuevo enfoque a la cuestión
judía, la del nacionalismo judío.
La ortodoxia tratando de defender su hegemonía se
encerró en la tradición y rechazó durante largo tiempo todo compromiso con el
mundo moderno, adoptando una posición fundamentalista. Todo los llamaba a
volver a las fuentes, a encerrarse mas en su condición de pueblo elegido, a
segregarse cada vez mas y al mismo tiempo a perpetuar la situación de
perseguido.
Frente a esta posición tradicionalista comenzaron a
constituirse nuevas estrategias de reforzamiento de la identidad. Estas comenzaron
sobre todo en las comunidades menores de la Europa occidental y central en las
cuales los judíos mantenían relaciones económicas y sociales con las elites
cristianas, es decir, en aquellas comunidades que habían alcanzado ya un cierto
grado de integración.
Se proponían como objetivo unir las aspiraciones
judías y las exigencias de la modernidad y estaban dispuestas a dar una nueva
definición del lugar de los judíos en la sociedad. Todo esto traía aparejada la
creación de una nueva concepción del judaísmo como identidad, basada en la
aculturación, la «nacionalización» política y en la reforma religiosa (que estuvo
acompañada de una tendencia al laicismo).
Con todo esto resultaba ilusoria la esperanza de una
integración completa y comenzaba la disputa entre las posibles «soluciones»
(vuelta a Sión, lucha de clases basada en la etnicidad, lucha revolucionaria).
Desde la Haskala,
la gran esperanza de que la situación de los judíos en las sociedades
europeas se «normalizaría» se basaba en el proyecto de la asimilación. La Haskala impuso su sello a la mayor
comunidad judía del mundo los judíos rusos y los empujó a la asimilación.
Aparte de sus diferencias o de su diversidad de
opiniones, todos los movimientos nacionales judíos que surgieron a finales del
siglo xix tenían una cosa en
común: la ruptura, tanto con el tradicionalismo religioso, que hasta entonces
había sido preponderante entre los grupos de población judía de Europa
oriental, como con los esfuerzos de asimilación basados en el «nacionalismo
prestado».
Así nace el Sionismo como movimiento de un pueblo sin
territorio que busca la autodeterminación no basada en fundamentos religiosos
sino políticos-culturales, y que busca su continuidad en la realización de una subjetividad
nacional que permita el desarrollo cultural basado en una masa critica
indispensable para el enriquecimiento de la misma.
Capítulo VIII: Que tipo de judaísmo quiero para mí?
Cuando hablamos de judaísmo se
abre ante nosotros una gran gama de opciones. Desde las posiciones del judaísmo
religioso con todas sus corrientes hasta las explicaciones del judaísmo laico
en todas sus versiones. Es tan difícil determinar lo que es el judaísmo, como
es difícil definir a todos aquellos que forman parte de el.
Yo me defino como judío por haber
elegido ser parte de este grupo de personas que comparten características
culturalmente definidas que están diferenciadas de las características
culturales de otros grupos. Tenemos una red de conversaciones que sola aquel
que es parte de ella puede comprender y participar. Cada uno de nosotros
construye su judaísmo desde sus experiencias, vivencias, sabidurías,
pensamientos y emociones. Cada uno de nosotros cuenta su historia y teje con
otros individuos una narrativa que les pertenece, que es suya que es de todos y
de nadie. Cuando mantenemos una conversación con otra persona esta conversacion
existen un dominio independiente de ellas. Si un de ellos deja de participar
esta conversación dejara de existir. Una red de conversaciones se mantiene si
los que la comparte asi lo quieren. Ellos son las que la crean y serán los que
la hagan terminar. Tambien serán los que determinen como esta será y que
elementos participarán en ella.
Hay tantas formas de judaísmos
como tantos judíos que mantienen conversaciones con otros judíos y en esa
conversaciones cada uno de ellos introducira los elementos culturales que les
sean apropiados, que les interesa, que les sean relevanten en el fluir de su
vida en la convivencia con los otros
Arie Alón dice que judío “Es
todo aquel que se observa en el espejo
de la historia y se ve como judío” y agrega, “De facto que sea judío
indica solamente a algunos componentes bio-geográficos-nacionales de mi
persona; me refiero a que tengo un idioma, una patria, una historia y una
tradición. Mi lengua madre es el idioma del pueblo judío, mi patria es la
patria del pueblo judío, mi historia y mi tradición también los son. Estos
cuatro componentes culturales son absolutamente neutrales y absolutamente
flexibles. Ellos no contienen en si mismos ninguna tendencia ideológica específica.
Ellos están abiertos a todas las explicaciones posibles. Setenta caras al
idioma, setenta caras a la patria. Setenta caras a las fuentes”.
Como observamos anteriormente
y de acuerdo a la definición expuesta por Kirby y la UNESCO los componentes que
permiten la autodeterminación de un pueblo son muchos y diversos algunos de carácter
cultural, como “homogeneidad cultural; vida económica común, unidad
lingüística; tradición histórica común; afinidad religiosa o ideológica”, y
otros de carácter natural como “conexión territorial y identidad racial o
étnica”.
Son muchos los factores que conforman
nuestra identidad cultural judía. Por ser un pueblo esparcido por el mundo,
nuestra situación es un poco especial, pero así y todo podemos decir que la
ausencia de alguno de los componentes no puede negar nuestra identidad. Un
judío de ascendencia argentina, que no habla hebreo, es igualmente judío a otro
que lo habla. Un judío norteamericano que no quiere vivir en Israel, es tambien
judío si así lo desea. Un judío israelí, que no observa las normas del judaísmo
religioso sigue siendo tan judío como aquel que mas las observa. Tampoco importa
la razón por la cual no cumple con las mitsvot, si porque no cree en Dios, o
porque de acuerdo a su forma de ver parte de ellas limitan su libertad, o están
en contra de otros de sus valores mas básicos.
Un judío no tiene que explicar
a nadie porque el no vive en Israel, porque no habla hebreo, o porque no cumple
Mitsvot. Y menos aun no tiene que disculparse por no hacerlo. Un judío argentino,
o israelí, o inglés no tiene que explicar que tipo de judío es o porque lo
es. Judaísmo es pueblo, nación, cultura,
tradición y también religión para el que así lo quiere o para el que así lo
elige.
Podría decir que mi judaísmo
se expresa en principio mis orígenes,
porque nací de padres judíos, pero también en mi convicción de haber adoptado
esta decisión y por haberme comprometido con el pueblo judío y su destino, que
forman parte muy importante de mi ser y de mi hacer. Para mi, mi judaísmo es
una parte muy importante de mi subjetividad y la explicación de este componente
identificatorio es el que me permite aclarar mi visión de mundo también en
otros aspectos de mi vida.
Yo soy un judío culturalmente
definido y adopto una postura humanista y secular para definir mi visión de
mundo. Estos tres terminos se interrelacionan y crean un sinergismo que me
permite conceptuar a mi judaísmo y trascender en el de un forma holística.
¿Cómo puedo explicar a la relación existente entre ellos?
El humanismo es una corriente
filosófica que se centra en los asuntos humanos y emplea los métodos
científicos y racionales para lidiar con ellos. El humanismo siendo racional y
científico reconoce al hombre como artífice de su vida, defiende el derecho a
la privacidad, a la auto-determinación, a la libertad moral, el derecho del
individuo a tomar sus propias decisiones en cuanto al amor, al genero y al
sexo, familia y amigos, carrera y profesión, gustos y deseos, decisiones sobre
la vida y la muerte –todo ello consonantemente, por supuesto, tomando en cuenta
los derechos de los demás. Soy racional, pero se que mi ser racional es solo
una forma de explicar mis emociones.
¿Porque secular?
"Secular" significa "pertenecer a esta época,
mundanamente". Por lo tanto utilizo al término secular para distinguirme
del humanismo religioso. En términos generales la secularidad implica una afirmación de
realidades inmanentes - de este mundo - junto con una negación o exclusión de
lo trascendente - o realidades del más allá.
El humanismo ofrece una
respuesta a la pregunta central acerca del sentido de la vida. Si el drama
ortodoxo de la salvación divina y de la inmortalidad del alma no existe, ¿cuál
es nuestra alternativa a la vida en el mundo venidero? ¿Si para nosotros Dios
no existe, y no fuimos creados por el, con un fin predeterminado, que sentido
tiene la vida?
“Hay por lo menos un ser en el que la
existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido
por ningún concepto, y este ser es el hombre, o la realidad humana. ¿Qué
significa entonces que la existencia precede a la esencia? Significa que el
hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se
define. El hombre al nacer empieza por ser materia. Sólo después será, y será,
tal y como el se haga. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios
para concebirla. Si aceptamos entonces que la existencia precede a la esencia,
aceptamos también que el hombre es responsable de lo que es, y en lo que el se
convierte. El hombre es el único organismo que no sólo es tal como se concibe,
sino también tal como el quiere ser. El
hombre no es otra cosa que lo que él es” (Sartre – el existencialismo es un
humanismo) Y si el hombre es responsable
de lo que es, y es el único que define lo que de el será también el mismo es el único que le dará a la
vida el sentido de acuerdo a lo que el quiera. Seremos lo que querramos ser.
Por su pluralismo y por tener
una postura extrema a favor de la libertad de elección, el humanismo secular,
no es ni puede ser un dogma. Por lo tanto, existen grandes diferencias de
opinión entre los humanistas seculares con respecto a muchos asuntos. No
obstante hay un consenso aproximado en lo que respecta a algunos principios
básicos de esta visión de mundo. Ellos fueron expuesto de una forma muy concisa
por Paul Kurtz (el fundador y director del Consejo para el Humanismo Secular
(SHC) y el Comité de Investigaciones Científicas sobre lo Paranormal (CSICOP)
entre otras cosas) y yo adopte algunos d ellos como propios. Entre los más
importantes se destacan: La libertad de cultivar y publicar los frutos de la investigación
científica, filosófica, artística, literaria, moral y religiosa. La separación
de la religión institucionalizada y el Estado, El ideal de libertad defendiendo
la toma de decisiones democráticas basadas en el mandato popular, El respeto
por los derechos humanos básicos, incluyendo el derecho de proteger la vida, la
libertad, y la búsqueda de la felicidad, La ética basada en la inteligencia
crítica, manteniendo que la conducta humana debe ser juzgada desde la razón y
la emocion, La educación moral que deberá ser cultivada en los niños y los
jóvenes adultos, Vemos a la educación como
nuestra herramienta esencial en la construcción de sociedades humanas libres y
democráticas.
Como todas las demás
corrientes seculares también el judaísmo
humanista y secular, toma como valor básico, a la libertad humana, en todos sus
aspectos, poniendo por sobre todos el de la libertad de elección.
De esta forma al ser libres
tomamos la responsabilidad de escoger nuestro propio camino, y al así hacerlo
nos comprometemos a tener un pensamiento independiente y una crítica continua.
La libertad juntos con los demás
principios del humanismo secular como el pluralismo, el respeto, la educación democrática,
la igualdad, son los principios básicos de nuestro judaísmo humanista, cultural
y secular y son en definitiva los que nos diferencian en una forma tan radical
del judaísmo religioso ortodoxo.
Con respecto a los tesoros
culturales tradicionales del judaísmo, yo veo a la lengua hebrea y a la
tradición judía como el legado espiritual del cual nos abastecemos. Pero no
recibo este legado tal cual es, sino que trato de amoldarlo, de explicarlo y de
influir en el. Los valores y los tesoros culturales del judaísmo contienen
dentro de él, también a la religión judía, en todas sus formas, con todas sus
corrientes, porque ellas son partes de nuestra enorme riqueza cultural; pero
tambien contiene a las partes de la cultura judía que no son aceptados por la
corriente rabínica ortodoxa. Esta forma de encarar al judaísmo se refiere a “la
biblioteca judía” como la literatura, la cultura y la historia del judaísmo. Tomo
a La Biblia
como Yubal Donio Guidon, un libro de la ética colectiva, "fuente de inspiración del
ethos de la creación del pueblo judío” (07/07/2005).
Todo ello basándome en una
visión pragmática y crítica de la vida, por lo tanto no acepto a esta herencia
de una forma homogenica e intocable, o de acuerdo a lo establecido en los
libros sagrados, sino que trato de amoldarla y adaptarla a un mundo
multicultural, viviendola eticamente en el natural fluir de mi vida, sin
preguntarme si mi día a día es o no judaísmo y si mi cambiante e imprevisible realidadme
me obliga a crear herramientas nuevas que se adapten a este presente pero que
estan basadas en nuestra experiencia del pasado. Porque siempre, en todos los
ambitos de nuestra vida vivimos en el presente y el pasado es solo una
interpretacion hecha por nosotros de lo que fue con las herramientas que
tenemos hoy.
Capítulo IX–
Porque mi judaísmo podra desarrollarse solo en Israel?
Mientras una civilización
ejerza sobre sus semejantes una presión política, intelectual y moral basada en
aquello que la naturaleza y la historia le han concedido, no podrá haber
esperanza de paz para la humanidad: la negación de la especificidad de un
pueblo equivale a la negación de su dignidad (Alpha Oumar Konar Presidente de la Republica de Mali, En: Nuestra
diversidad creativa. Informe de la comisión Mundial de cultura y desarrollo.
Paris, sep. 1996, p. 16)
Nuestra especificidad
como pueblo que se autodetermina como tal, como vimos anteriormente puede ser
definida por distintos elementos. cada uno de ellos es importante pero ninguno
es imdispensable. ¿Por que entonces, yo creo que la continuación del pueblo
judío pasa por una definición territorial?
El nacimiento del sionismo
implicó una paradoja: precisamente en el momento en que se concretó la emancipación
y en que los derechos de los judíos se equipararon por ley a los derechos de
los demás ciudadanos, surgió el reclamo de separarse de Europa. La demanda de
una particularidad nacional nació en tiempos de la victoria del universalismo.
El reclamo sionista se
basaba en la igualdad del argumento de franceses, ingleses y alemanes: su
demanda de soberanía nacional por fuerza del imperativo humano general era
también válida para los judíos. El significado de este reclamo de soberanía
consistía en el traspaso de la responsabilidad de auto-conducción de un
soberano externo a un grupo de personas que se definía libremente como pueblo.
Yshayahu Leibovitz definía
con precisión: En la modernidad, el pueblo judío se cansó del dominio de otras
naciones sobre él y decidió "retornar a la historia". El judío
moderno es hoy responsable de su destino y plasma la política, la economía, la
educación y el ejército de acuerdo con su capacidad, su voluntad y sus valores.
Llegó a su fin la humillación del comerciante ante el déspota; del intelectual
en la corte del príncipe; del oficial en el ejército del zar y del judío
creyente ante el sultán o el emperador. De ahora en más, el judío es dueño de
su vida e instaura su sistema educativo, trabaja su tierra, designa a sus oficiales
e inclusive dirige sus propias fuerzas de defensa.
En definitiva necesitamos
una dimensión política y pública, inexistente hasta la creación del Estado de
Israel en donde el judío es el que decide sobre cada una de sus problemas desde
una perspectiva judía y libre pensante.
Esta dimensión es la que nos da el estado de Israel. El estado de israel
es nuestro dominio de accion. En el es donde dirigimos nuestra red de
conversaciones mas plena.
Solo en el tenemos la
posibilidad de crecer culturalmente y que cada una de nuestras esencias crezcan
también. Aquí tenemos nuestro parlamento y en el se dialoga sobre las preguntas
más básicas de nuestro quehacer de pueblo: ¿quien es judío? ¿Que quiere decir
cerlo? ¿Se puede o no viajar en Shabat? ¿El estado de Israel pertenece a todos
los judíos del mundo o solo a los que viven en el? ¿Puede el Estado de Israel
ser judío y democrático a la vez? ¿Israel debe ser un estado judío o un estado
de judíos?
Gracias a la creación del Estado
de Israel tenemos la posibilidad por primera vez en la historia de las
sociedades modernas de tener una trascendencia política como judíos, tenemos la
posibilidad de hablar sobre todos estos temas y no estar de acuerdo. Todo ello dentro de un antro de apertura y bajo una
posición critica y multipluralista judía.
Estos y otros temas son tratables
y discutibles solo en la medida que existe una masa crítica judía, que nos
permita crecer y desenvolvernos y ella solo se encuentra en Israel. Ella nos
permite intercambiar ideas, ser críticos y autocríticos, discutir entre
nosotros, cambiar lo innecesario o mantener lo mantenible en la medida que así
lo deseemos. Nuestra subjetividad cultural se renueva y enriquece donde la
cultura tiene un valor no solo cualitativo sino tambien cuantitativo.
De acuerdo al antropólogo
francés Marc Augé “La identidad es producto de incesantes negociaciones. Eso,
lo sabemos por experiencia directa: cambiamos, evolucionamos, nos transformamos
mediante el contacto con los demás. La identidad fosilizada, estereotipada, no
es más que la soledad y, por el contrario, cuanto menos solo estoy, más existo”.
"La identidad se construye en el nivel individual a través de las
experiencias y las relaciones con el otro. Eso es también muy cierto en el
nivel colectivo. Un grupo que se repliega sobre sí mismo y se cierra es un
grupo moribundo". A esta afirmación habría que agregar que un grupo que se
dispersa de una forma exagerada deja de ser grupo. Por eso lo lógico y
coherente es que estemos juntos dentro de un marco que nos permita trabajar y
crecer a todo nivel, sea publico, político y social, pero no nos encerremos de
forma tal, que este cierre determine
nuestra muerte.
Precisamos ser
muchos, precisamos de muchas opiniones para entender nuestras problemáticas,
para ampliar nuestras ciencias, literaturas y artes plásticas. Precisamos de
una identidad definida pero no monolítica, no homogenica, que se renueve
constantemente, que se desenvuelva en un mundo multicultural y no global, que
permita el intercambio con lo ajeno, con lo distinto pero que sea
suficientemente fuerte para conservarse, en definitiva también necesitamos de
números, porque ellos nos permiten crecer y desenvolvernos.
Como si lo hubiera
escrito por encargo Auge también expreso que “Las culturas vivas son las que
aceptan el cambio y el contacto. Al igual que el lenguaje que cambia cuando se
lo practica y muere cuando no, las culturas, cambian todo el tiempo o mueren.
Las culturas vivas son conjuntos en movimiento sometidos a las tensiones y
presiones de la historia” (Cultura y alienación – discurso de Marc Augé en la
Universidad de Perugia).
Por ello tenemos que decir
que llego la hora de tomar responsabilidad. También para conservar nuestra
cultura y también para hacer cosas no tan reconfortantes como el hecho de
entrar en guerra para defender nuestros derechos nacionales. Por ejemplo para Leibowitz,
la Guerra de Liberación fue una necesidad inevitable desde el momento en que la
ideología sionista quiso transformarse en oficialismo judío concreto, es decir,
instaurar una independencia soberana:
"Al proclamar nuestra
voluntad de vivir la vida de un pueblo histórico y real -y no metahistórico y
metafísico- hemos ya asumido las funciones y manifestaciones de esta clase de
vida, que habíamos rechazado cuando estábamos exentos de las funciones y los
deberes de un pueblo. La guerra de nuestra liberación fue una consecuencia
forzosa, derivada de la lógica histórica y la valoración moral, de nuestros dos
mil años de exilio. Sólo quienes estén dispuestos a justificar desde un punto
de vista histórico y religioso el oprobio de la diáspora, podrán negarse a
asumir la responsabilidad moral de empuñar la espada que nos reintegró la
libertad.
Resumiendo, judaísmo, para mí,
es la cultura del pueblo judío, en el sentido más amplio de la palabra, que
para crecer y desarrollarse necesita de un masa critica que hoy por hoy solo la
encontramos en Israel.
Quiero utilizar las palabras del celebre
Mahatma Gandhi que decía en cuanto a la cultura de su pueblo: “No quiero que mi
casa quede totalmente rodeada de murallas, ni que mis ventanas sean tapiadas.
Quiero que la cultura de todos los países soplen sobre mi casa tan libremente
como sea posible. Pero no acepto ser derribado por ninguna ráfaga”.
Creo entonces después de todo
lo aquí expuesto que esta en nuestras manos producir un judaísmo humano, basado
en los métodos de la razón y los principios de la tolerancia, pero también
comprometido con nuestra historia y nuestra tradición. Por ello dentro del
judaísmo cultural adopto para mí el judaísmo cultural, humanista y secular,
porque veo que este judaísmo es el que me permitirá estar conectado con mi
pueblo y su cultura pero no por ello me alejara y me separara del resto de la
humanidad.
Capítulo X: Educar - Pensando de una forma sistemica, biologicamente
cultural y formando nuestra subjetividad personal
No hay educacion, que no
permita, que no acepte, que no sea relevante. Puede ser que podamos enseñar de
esa forma, pero educar, no.
Como volver la educacion judía
en relevante? Ante todo preguntandonos que queremos de esta educacion?
Los seres humanos, como todos los
demas seres vivientes de nuestro planeta, venimos al mundo con una estructura
corporal determinada. Ella comprende todos los componentes del cuerpo y las
relaciones existentes entre ellos. Todo lo que sucede con nosotros está
determinado por esta estructura. Además de ella poseemos una organización. Tambien
ella está compuesta por componentes corporales y sus interacciones, pero a
diferencia de la estructura si ella es alterada y por ello dejar de actuar no
podremos seguir viviendo. La estructura nos permite cambiar, la organizacion es
lo que nos permite seguir vivos. Es decir, nuestra persona como todo sistema,
cambia en torno a algo que se conserva. Como sistema vivo mantenemos relaciones
con otros sistemas, vivos y no vivos, que existen en nuestro entorno. Todo lo
que ocurre fuera y dentro de nosotros lo interpretamos con las herramientas estructurales
que tenemos, teniendo por lo tanto una concepción parcial y subjetiva de lo que
sucede. A lo largo de nuestra vida, nuestra subjetividad va creando dominios de
relación y contacto con otros entes autónomos que también interpretan loas
cosas desde “su subjetividad”. De esta manera nos capacitamos para adquirir conocimientos
y para reflexionar sobre nosotros mismos, pudiendo crear métodos que nos
permiten explicar gran parte de los fenómenos naturales, sociales o culturales
que ocurren en nuestro dominio de accion. Construimos continuamente nuestra
realidad subjetiva agregando otros elementos a
los que ya tenemos, en un proceso de elaboración que se va nutriendo de
las nuevas experiencias que nos van sucediendo en los distintos marcos en los
que participamos.
De esta forma desde la más tierna
infancia el hombre va construyendo (o más bien reconstruye) los saberes de su
grupo cultural, y lo hace de una forma activa, explorando, descubriendo e
inventando, utilizando para ello lo consensuado con otros seres humanos en los
dominios de interacción que se crearon entre ellos. La función de los adultos
es ayudar a encajar los procesos de construcción de los jóvenes con el saber
colectivo culturalmente organizado, orientándolos y guiándolos, y siendo el
referente sociabilizador del cual los niños aprenden. Así, se va formando
nuestro conocimiento y se va construyendo nuestra representación del mundo.
Construir significados nuevos,
implica un cambio en los marcos de conocimientos que se poseían previamente. La
educación formal y no formal, es en gran medida un proceso de aculturación,
donde los educandos pasan a formar parte de una comunidad o de la cultura delos
practicantes.
Vygotsky decía que el ser humano se
caracteriza por una sociabilidad primaria. “El individuo es genéticamente
social” (Wallon, 1959). Por origen y por naturaleza el ser humano tiene su
prolongación en los demás. Solo, no es un ser completo.
George H. Mead, filósofo, sociólogo
estadounidense distinguía entre el organismo fisiológico y el "SeIf".
El primero está allí cuando nacemos, lo que llamamos el Homo sapiens y el
segundo se desarrolla en el proceso de interacción del individuo con el
ambiente que lo rodea, destacando en especial el conjunto de sus relaciones
humanas. El ser humano se forma interaccionando con su ambiente cultural y
social.
Vygotsky escribía en 1932: “Por
mediación de los adultos, el niño se entrega a sus actividades, de este modo, sus
relaciones con la realidad son relaciones sociales. La interacción social
desempeña en el proceso del desarrollo un papel formador y constructor
Maturana decia que "El educar
se constituye en el proceso en el cual el niño o el adulto convive con otro y
al convivir con el otro se transforma espontáneamente de manera que su modo de
vivir se hace progresivamente más congruente con el del otro en el espacio de
convivencia. El educar ocurre, por lo tanto, todo el tiempo; de manera recíproca,
como una transformación estructural contingente a una historia en el convivir
en el que resulta que las personas aprenden a vivir de una manera que se
configura según el convivir de la comunidad donde viven. La educación como "sistema
educacional" configura un mundo y los educandos confirman en su vivir el
mundo que vivieron en su educación. Los educadores, a su vez, confirman el mundo
que vivieron al ser educados en el educar. Hay dos épocas o períodos cruciales
en la historia de toda persona que tienen consecuencias fundamentales para el
tipo de comunidad que ellos traen consigo en su vivir. Estos son la infancia y
la juventud. En la infancia, el niño vive el mundo en que se funda su
posibilidad de convertirse en un ser capaz de aceptar y respetar al otro desde
la aceptación y respeto de sí mismo. En la juventud, se prueba la validez de
ese mundo de convivencia en la aceptación y respeto por el otro desde la
aceptación y respeto por sí mismo en el comienzo de una vida adulta social e
individualmente responsable. Como vivamos, educaremos, y conservaremos en el
vivir el mundo que vivamos como educandos. Y educaremos a otros con nuestro
vivir con ellos el mundo que vivamos en el convivir.
Lo que aprendemos depende de las
herramientas psico-sociológicas que tenemos, y estas dependen de la cultura en
que vivimos, consiguientemente, nuestros pensamientos, nuestras experiencias,
nuestras intenciones y nuestras acciones están culturalmente mediadas. Para Vygotsky, "el aprendizaje es una
forma de apropiación de la herencia cultural disponible, no sólo es un proceso
individual de asimilación. La interacción social es el origen y el motor del
aprendizaje".
Por ello quiero educar en el
judaismo como cultura, para que los ninos y jovenes judios convivan y crezcan
con personas maduras judias culturales y conserven este vivir como el vivir que
ellos querran vivir cuando sean personas maduras.
Quiero adoptar y transmitir tres
principios muy importantes para mi y que copio sin verguenza de Humberto
Maturana que fueron escritas por el en un artículo publicado en el sitio de
internet llamado Filosofía y titulado Modo de vida y cultura:
1. El primer derecho, es el derecho a equivocarse,
el derecho a cometer errores. El derecho a equivocarse es fundamental,
porque si uno no tiene derecho a equivocarse no tiene cómo corregir los errores
porque no tiene cómo verlos. Los sistemas autoritarios jamás se equivocan,
porque para equivocarse uno tiene que aceptar que no es autoridad. Tiene que
aceptar que no es dueño de la verdad. Por esto el derecho a equivocarse es un
derecho fundamental.
2. El segundo derecho, es el derecho a
cambiar de opinión. Vivimos un mundo que nos exige ser siempre iguales.
Ejemplo: a veces a uno lo acusan: «usted hace 20 años dijo tal cosa, ahora está
diciendo algo distinto». Ciertamente dijimos cosas distintas hace 20 años,
algunas de las cuales me alegra haberlas dicho, y otras no. La verdad es que
hay ciertas cosas que yo quisiera no haber dicho jamás en mi vida, pero el
haberme dado cuenta de que fueron indeseables me permite cambiar de opinión.
Pero si el otro no me deja cambiar de opinión, ¿cómo suelto la verdad y acepto
mi error? y tengo que soltar una verdad para tener otra. En fin, para moverme
en un espacio de respeto al otro necesito no ser dueño de la verdad, y para no
ser dueño de la verdad necesito poder cambiar de perspectiva, es decir,
necesito poder cambiar de opinión
3. El
tercer derecho, es el derecho a irse, si no te interesa lo que
hablamos te podes ir,la convivencia no debe ser una cárcel.
Lo que hacemos al educar a nuestros
niños en el convivir o al mandarlos al colegio, es acotar sus espacios
conductuales y especificar los espacios de preguntas legítimas e ilegítimas que
ellos vivirán.
Gracias por la atencion
prestada y recuerden que lo dicho o escrito siempre fue dicho o escrito por
alguien.
Cuche, Denys
(1999) La Noción De Cultura En Las Ciencias Sociales.
Verhelst, T. (1997). Las Funciones
sociales de la cultura. LEADER Magazine. Nº 8. España. En: http://www.rural-europe.aeidl.be/rural - es / biblio
/ culture / contents. htm.
Williams, R. (1997). Hacia una
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